Aún así, Alberto Miranda se muestra decidido a lograr que los concejales que cobran entre 40.000 y 49.000 euros anuales se rebajen el sueldo. Para ello, recurrirá a los tribunales, ya que según afirma, el acuerdo aprobado en Pleno por la oposición “es completamente legal”. El tema está en manos de los abogados de IU y será remitido al juzgado, “visto que no hay ningún tipo de intención por parte del PSOE de ejecutar ni este, ni el resto de acuerdos plenarios aprobados”.

Según relata Miranda “en una Junta de Portavoces previa al pleno donde se aprobó el recorte, el Alcalde del Partido Socialista de Alcalá de Guadaíra Antonio Gutiérrez Limones, nos dijo a los tres portavoces de la oposición (PP, PA e IU) que bajarse el sueldo hace 18 años es la mayor estupidez que ha hecho desde que está en política, argumentando que lo que consiguió fue poner el punto de mira de los ciudadanos en la cantidad de dinero que cobran los políticos alcalareños, y que finalmente salió perdiendo”.

En la negociación de la bajada de sueldos, Izquierda Unida se mostró dispuesta a estudiar una reducción del sueldo que estuviera entre el 5 y el 30 por ciento. Sin embargo, el Gobierno local se negó a ninguna merma en sus ingresos.

Para el portavoz de IU las nóminas de los concejales, “son un insulto a las miles de familias que están pasando calamidades en Alcalá de Guadaíra, y a las que se les dice en Servicios Sociales cada vez que van que no hay dinero”.

Alberto Miranda quiso dejar claro que no tiene intención de pactar con el Gobierno local del PSOE. Considera que “el PSOE en Alcalá de Guadaíra es tan de derechas como lo es el Partido Popular, y que ahora se echen las manos a la cabeza porque desde Izquierda Unida no queramos alcanzar con ellos un pacto de gobierno, es sencillamente de una hipocresía indignante”.