La situación de esta familia formada por Manuel y Reyes y dos hijas una de 21 años y otra de tres años tampoco ha conseguido una solución. El piso que les han cedido es en alquiler y deberán pagar por él 296 euros al mes, además de la comunidad, la luz y el agua.  Es imposible que les salgan las cuentas. Manuel tiene epilepsia y su único ingreso son 600 euros mensuales de pensión. Su mujer tiene problemas de huesos. Su hija mayor también tiene epilepsia y además es diabética y la hija pequeña también requiere medicación. El capítulo de los medicamentos se lleva buena parte de los ingresos de esta familia.

En el piso en el que llevaban viviendo 11 años de alquiler en la barriada de La Paz, pagaban poco más de lo que tendrán que abonar ahora: 320 euros con el agua incluida. Al final como explican, la vivienda social de la Junta les puede salir hasta más cara, algo que consideran incomprensible.

El desahucio estaba fijado para el martes a las diez de la mañana, pero el piso no se les concedió hasta el día antes, por lo que ese mismo día desde primera hora de la mañana tuvieron que aplicarse a hacer la mudanza de todos sus enseres. Contaron con la ayuda de diversas entidades sociales para ello y con una cuba del Ayuntamiento, sin ellos hubiera sido imposible. Pero la situación para el matrimonio fue angustiosa y sólo fue posible realizar todo el traslado porque tanto los funcionarios del juzgado como los propietarios accedieron a darles algunas horas más para realizar el traslado.