El caso más común es el de las furgonetas que emplean autónomos y pequeños empresarios. Un caso muy común es el de aquellos vehículos que el año pasado pagaron 75,85 euros y a los que este año se les pide 143,86 euros.

El problema está en el cambio de calificación de estos vehículos realizado por el Ayuntamiento. Hasta ahora se consideraba a los vehículos mixtos adaptados con carga útil por peso superior a 525 kilos como camiones y en función de ello tributaban. Ahora el Ayuntamiento ha pasado a considerarlos turismo y por ello le aplican una base tarifaria distinta que incrementa de forma más que notable el impuesto.

La Federación de Industriales y Comerciantes de Alcalá (FICA) ha recibido numerosas quejas por esta cuestión y ha comprobado la forma de actuar de otros ayuntamientos. El criterio general es calificar estos vehículos como camiones como ocurría en Alcalá hasta el año pasado. Así lo hacen ciudades como Sevilla, Madrid, Málaga o Bilbao.

FICA destaca además que el Ayuntamiento de Alcalá ha acordado congelar los impuestos y tasas municipales para este año por lo que consideran que se está incumpliendo dicho acuerdo con esta medida.

Para los empresarios se trata de una “subida encubierta” que viene a perjudicar a pequeños empresarios y autónomos por lo que ha pedido que el gobierno local dé marcha atrás y dé instrucciones al OPAEF, organismo encargado de la recaudación en Alcalá de suspender el cobro del impuesto a los afectados por esta modificación tributaria.