El planteamiento concreto de Izquierda Unida era modificar las ordenanzas municipales para impedir cualquier espectáculo taurino. En el debate y en la moción hicieron especial incidencia en la tauromaquia y en los circos con animales, pero su alcance era más amplio y atañía a actividades de diversa naturaleza en la que están presentes los animales. En concreto pedía la prohibición de "los circos con animales, exhibiciones o atracciones con animales, peleas, fiestas y otras actividades que impliquen tortura, sufrimiento, crueldad o maltrato animal, así como tratamientos antinaturales”.

Este planteamiento deja abierto a la interpretación la prohibición de actividades muy diversas. Así lo puso de manifiesto el concejal del PP José Manuel Villanueva, quien indicó que con ese texto se podrían prohibir por ejemplo las exhibiciones caninas u ornitológicas, la caza o la pesca.

El concejal socialista Germán Terrón argumentó la postura de su grupo. Coincidió con el PP en que se trata de un tema que no corresponde al ámbito local puesto que existe una regulación estatal para estas cuestiones. Y fijó la idea del PSOE respecto a la tauromaquia de "no favorecer desde lo público, pero tampoco prohibir".

Luego, como suele ser habitual en el Pleno de Alcalá todo se complicó. El PSOE pidió a Izquierda Unida que admitiera una transacional y modificara su propuesta para poder apoyarla. Querían los socialistas que el texto fuera el siguiente, "el Ayuntamiento de Alcalá no subvencionará ni cederá espacios públicos para espectáculos que impliquen el maltrato animal. No obstante, se respetará la celebración de aquellas actividades privadas que sean legales, conforme a lo dispuesto en las leyes vigentes en materia de protección de los animales y espectáculos públicos".

El debate se fue alargando. Con este texto, indicó el concejal popular, José Manuel Villanueva, quedaba abierta la interpretación de qué era maltrato animal y que actividad se podía prohibir, en tono irónico indicó "se puede entonces considerar maltrato animal tener un perro en un piso de 60 metros".

Desde Izquierda Unida, María Fernández explicó que aunque exista una regulación de carácter estatal, "la legislación se trabaja y evoluciona y se cambia por las peticiones que hacen los ciudadanos" y afirmó que "sería una irresponsabilidad de este grupo no reflejar un clamor social y no pedir que se incluya en las ordenanzas municipales". Respecto al texto alternativo planteado por el PSOE se mostró dispuesta a aceptarlo, pero pidió que en él se recogieran expresamente los espectáculos taurinos como forma de maltrato animal. El PSOE no aceptó esta modificación y por lo tanto se votó la moción original, que quedó rechazada.