El diseño se ha dado a conocer en unas jornadas celebradas en la antigua iglesia de San Migue, precisamente uno de los edificios municipales que están llamados a ser una de los elementos clave para el proyecto turístico local. En este acto, presidido por la alcaldesa, Ana Isabel Jiménez, se han dado cita empresarios y personas del sector a las que se les han ofrecido las posibilidades con las que cuenta la localidad. También estuvieron presentes la Diputación Provincial a través de Prodetur y la Junta de Andalucía, cuyo consejero de Turismo, Francisco Javier Fernández expresó el compromiso de la administración autonómica para poner en marcha dos campañas, una en primavera y otra en otoño en la que se unan la oferta gastronómica y de ocio de la ciudad junto con la celebración de congresos, que complementen la oferta turística que ya posee Alcalá.

El marco esencial del turismo en la ciudad ha quedado situado en el Monumento Natural Riberas del Guadaíra. La apuesta se define así de forma clara por un turismo medioambiental, con algún elemento patrimonial y que incida de forma especial en el denominado “turismo de experiencias”. Así lo indican los estudios de los técnicos municipales, que sitúan en el entorno natural asociado al río Guadaíra y su peculiaridad de estar junto al centro urbano la nota diferencial que Alcalá debe lanzar al mercado.

Esta zona verde funcionará como conexión entre las dotaciones turísticas de la ciudad, como zona de descanso, ocio o deporte, que aspira a acoger más actividades con la necesaria dotación de infraestructuras.

Para desarrollar las posibilidades de este entorno el Ayuntamiento ha puesto a disposición de los empresarios del sector tres edificios con gran potencial en la materia. La antigua iglesia de San Miguel que debe ser el punto de acceso para la visita al Castillo, la Harinera como espacio para la celebración de pequeños congresos y para poner en valor en pasado industrial panadero y el Centro de Educación para el Turismo Sostenible para los proyectos medioambientales y deportivos.

También está abierta la administración local a dar uso de restauración y hospedaje a edificaciones como La Casa Ibarra, Villa Esperanza o la antigua Comisaría, así como a nueva edificación en solares públicos de ese ámbito para uso sociales y turísticos


Definido el elemento central, la ciudad también exhibirá otros atractivos que inciden sobre todo en la línea etnológica, de ocio y cultural. En este aspecto se plantea la promoción del Teatro Auditorio Riberas del Guadaíra como infraestructura que puede atraer personas del área metropolitana o el aprovechamiento de dos recursos gastronómicos de gran potencial como las Tortas de Alcalá y el Pan de Alcalá, que ya han avanzado de forma notable en su promoción tanto en la ciudad como hacia el exterior gracias a la labor de ambas asociaciones de productores.


En la misma jornada se ha abierto un periodo de sugerencias para la puesta en valor de los mismos y recoger ideas para nuevas iniciativas de restauración, hospedajes singulares, audiovisuales del patrimonio  y actividades de ocio, cultura y medio ambiente en otros espacios públicos alrededor de la ribera y el castillo medieval aprovechando las infraestructuras de accesibilidad y restauración que ya se realizaron.

Asimismo, para colaborar y clarificar los posibles usos de estos emblemáticos lugares también se abre una oficina de planificación y proyección de la ciudad en la biblioteca  Editor José Manuel Lara, como espacio cercano a San Miguel, donde se recogerán, durante un mes aproximadamente, las sugerencias para los pliegos definitivos de la explotación de dichos espacios. Además, se atenderá en adelante a los nuevos emprendedores interesados en estos enclaves y en cualesquiera actividades complementarias para la dinamización turística que usará como hilo conductor entre los diferentes espacios los propios parques del Monumento Natural Riberas del Guadaíra

Según la alcaldesa de Alcalá, Ana Isabel Jiménez, “es momento de poner en valor las infraestructuras con las que ya se cuenta de la mano de los empresarios expertos en negocios, de los conocimientos de los agentes turísticos y por supuesto de las opiniones y valores de los ciudadanos”. El Ayuntamiento explica que su filosofía será “hacer” mientras sigue planeando para avanzar, con un proyecto flexible y participativo que convierta los recursos en productos turísticos.