Durante ese tiempo, los cultos se trasladarán a los salones que están en el patio del complejo parroquial. Allí quedarán expuestas al culto las imágenes de las hermandades de la Borriquita y el Rocío, por lo que no se realizará un traslado de las mismas a otro templo, como ocurrió en el anterior cierre de la iglesia a finales de julio de 2016.

La amplitud y complejidad de los trabajos a realizar ha aconsejado que el cierre de la iglesia sea total, sin que se reserve un espacio para cultos en el propio templo. Tampoco se abrirán espacios de forma progresiva, sino que entrará en servicio toda la iglesia cuando se acaben los trabajos de forma definitiva.

La obra se centrará sobre todo en el techo. Se mantiene la estructura exterior actual que se ha encapsulado para evitar cualquier filtración y se colocará un nuevo falso techo que sustituya al que había de escayola y que fue el que dio problema. Este falso techo fue el que se desprendió en parte y obligó al cierre anterior. Ahora se colocará otro de un nuevo material.

Pero la actuación afectará a más elementos del templo que será objeto de una reforma integral. Se abrirán doce nuevas ventanas en los muros laterales. Seis en cada uno de ellos, para mejorar la iluminación del interior. El presbiterio también será objeto de una amplia reforma. Se colocará un zócalo de azulejería y se creará un gran óvalo en la pared frontal en la que quedará colocado el crucificado que preside el templo y que fue restaurado hace poco. En el presbiterio también se instalarán nuevos elementos decorativos. En todo el templo se colocará un zócalo en la pared que en función del presupuesto disponible será de mármol o de otro material.

El próximo 1 de julio se procederá a la mudanza a las instalaciones parroquiales de las imágenes y enseres. El día 2 será la última misa parroquial y se realizará el traslado solemne del Sagrario.

La parroquia de San Agustín cerró en julio de 2017 debido a los problemas del techo. Entonces las imágenes de la Borriquita se trasladaron a Santiago y el Simpecado del Rocío a San Sebastián. Regresaron en octubre al templo tras concluir una primera fase de obras que consistió en la eliminación del falso techo.