La división que ha existido en esta formación desde el principio del mandato ha acabado en la expulsión de la que fuera candidata a la alcaldía. Desde el Alcalá Puede explican que en las últimas semanas han trabajado precisamente en la elaboración de un reglamento de funcionamiento del grupo para trabajar de manera conjunta en el proyecto con el que se presentaron a las elecciones.

Según indican “este punto de inicio entre los concejales del grupo municipal requería la voluntad de todos los miembros, dejando a un lado las discrepancias que durante los dos primeros años de legislatura se han producido, y tratando de hacer hincapié en lo que nos une para poder sumar y avanzar”. Y añaden que han tratado de llegar a consensos de manera conjunta, pero “la concejala Jésica Garrote ha mantenido una actitud individualista ajena a la voluntad del resto de miembros, que llegaron incluso a apercibirla por su actitud. Llegando a presentar mociones como portavoz sin contar con el resto de miembros del grupo”.

Por su parte, Garrote afirma que no ha participado en la elaboración del reglamento porque no estaba de acuerdo con él, al no corresponderse con los principios de Podemos y de Alcalá Puede. Considera que dicho reglamento ah sido una decisión unilateral del grupo y que en lugar de eso debería haberse sometido a un proceso de participación de todos los miembros de Alcalá Puede. Según explica a los dos años de mandato la asamblea local debía refrendar los cargos y evaluar el trabajo de la formación por lo que estima que ese tendría que haber sido el momento para que se planteara un cambio de portavoz que debía someterse a la aprobación de la asamblea.

Desde Alcalá Puede añaden un elemento más como causa de la expulsión. Según afirman “nos llega una información contrastada esta misma semana que demuestra que la concejala Jésica Garrote solicitó y recibió una beca de estudios el pasado curso escolar 2015-2016 por una cantidad de 3.202 euros, en un momento en el que percibía un salario de, aproximadamente, 2.300 euros netos mensuales al contar con la exclusiva del grupo municipal”.

Por su parte, Jésica Garrote indica que la concesión de la beca es legal, que la recibió por su condición de madre de familia numerosa y con los criterios económicos del año anterior a su liberación como concejal.