En esa fecha los vecinos del barrio de la Venta de la Liebre alertaron de que detrás del barrio en un lugar de difícil acceso había un coche quemado. En su interior se encontró el cadáver de un hombre que posteriormente fue identificado como el de un hombre que llevaba varios días desaparecido y que era vecino de la barriada sevillana de Rochelambert.

Ahora el juez procesa en Sevilla a los tres acusados de este crimen por los presuntos delitos de detención ilegal, asesinato y robo con violencia en grado de tentativa y les impone una fianza de 150.000 euros para garantizar las responsabilidades pecuniarias que en su día pudieran acordarse.

El auto explica que la víctima, de 62 años, realizaba trabajos como gestor para uno de los acusados que tenía un taller de motos. Aunque también indica que mantenían otro tipo de vínculos, "al parece de origen no muy legal". El caso es que la víctima adeudaba una importante cantidad de dinero a esta persona.

Sigue el relato del auto indicado que el acusado presionaba a la víctima para que le devolviera el dinero, algo que el fallecido no pudo conseguir a pesar de sus intentos.

El acusado, indica el juez, decidió entonces utilizar la fuerza para hacer la pagar la deuda. De esta forma, quedó con el fallecido en las inmediaciones del taller que regentaba para arreglar la situación creada por la deuda.

Luego, prosigue el auto, lo llevaron a casa del acusado, lo retuvieron, le agredieron y lo ataron con unas bridas. Le quitaron la tarjeta de crédito y le obligaron a que le diera el número pin para cobrar de esa forma. Lo intentaron pero el código era incorrecto. Volvieron a la casa y tras nuevas agresiones lograron el pin correcto. Sacaron dinero con él, pero no todo el de la deuda, ya que no había más saldo.

De vuelta de nuevo a la casa, relata el juez, le propinaron nuevos golpes hasta que en una de las agresiones le golpearon con un hacha en la cabeza y le causaron la muerte. Luego los tres acusados trazaron un plan para deshacerse del cuerpo. Buscaron el coche del fallecido, lo introdujeron en el maletero y lo llevaron hasta Alcalá donde le prendieron fuego.