Desde la oposición se considera que las nuevas ordenanzas no se han consensuado y que no han tenido posibilidad de hacer propuestas. Para el PP la bajada del IBI anunciada por el gobierno del tipo impositivo del 0,525 al 0,520 es una rebaja que puede suponer entre uno y dos euros, “una cantidad ridícula”. Su petición es que la rebaja sea mayor y tenga efecto real en los bolsillos de los ciudadanos.

Por su parte, Ciudadanos afirma no entender “como el equipo de gobierno socialista (PSOE), nos quiere traer una modificación de ordenanzas fiscales sin tiempo para su estudio”.  Y añaden que “Ana Isabel Jiménez, y su equipo de asesores, y del gobierno aún no se enteran que están en minoría y que no pueden sacar adelante las propuestas sin contar con nadie”. En cuanto a la reducción del IBI planteada explican que la bajada de una media de 20 euros anunciada por el gobierno responde sobre todo a la reducción de los valores catastrales y no a la reducción del coeficiente, cuya bajada de 0,005 puntos consideran una “tomadura de pelo”.

La oposición quiere poder hacer propuestas, pero el tiempo para la tramitación de las ordenanzas se echa encima para completar el proceso antes de final de año. En caso contrario se prorrogarían las actuales ordenanzas para 2018.

El planteamiento de Ciudadanos es abordar posibles modificaciones en los próximos días y la semana que viene hacer un pleno extraordinario para aprobarlas. Pero no resulta tan fácil. Desde el gobierno local indican que no existen plazos para completar el periodo de alegaciones y una segunda aprobación. Una modificación en las ordenanzas supondría también un cambio en los ingresos municipales que obligaría a reajustar las cuentas y todo ello requiere tiempo para negociar y para hacer las modificaciones, algo que el gobierno local no ha previsto al presentar las ordenanzas sin consensuarlas y con el marco temporal muy justo para su tramitación.