La propuesta de este arquitecto consiste en algo bastante más sencillo y económico que levantar toda la calle y realizar una costosa reforma urbanística. Se trata, no de eliminar la posibilidad de circular por la calle, sino de hacerlo innecesario, de liberarla de tráfico, logrando que no sea obligatorio circular por ella para desplazarse de un punto a otro de Alcalá. Es decir, darle una función reducida al tráfico de los residentes en materia de circulación en el conjunto de la ciudad, ya que ahora ejerce como vía fundamental en el sistema viario.

Para ello Antonio García Calderón plantea la creación de lo que denomina Ronda Centro. Es decir articular un sistema de circulación en las calles más próximas al eje central Mairena-Plazuela-La Mina-El Duque.

Este arquitecto explica que al tratarse de un recorrido circular se puede llegar a todos sitios en el entorno del centro, con poca distancia a las principales calles.

El recorrido de la ronda (se adjunta plano) es el siguiente, partiendo por ejemplo desde el Ayuntamiento: Herrero, Alcalá y Orti, La Plata, Plaza del Paraíso (Sol), Pérez Galdós, Gutiérrez de Alba, Canalejas y Méndez, San Sebastián, Santa Ana, incorporación a Avenida Antonio Mairena, Rotonda de la Cruz del Inglés, Madueño de los Aires, Conde de Guadalhorce, Dos de Mayo, Bailén, Rotonda de San Francisco, Agustín Alcalá y de nuevo Herrero. Sólo sería necesario cambiar el sentido de dos calles, La Plata y Pérez Galdós.

Algunos recorridos se alargarían pero la circulación general mejoraría. Además en el recorrido de la Ronda Centro hay varias áreas de aparcamiento donde dejar el coche y desde ahí acceder en poco tiempo a cualquier punto del centro. Junto a esta ronda quedan los aparcamientos de San Francisco, Nicolás Alpériz, El Perejil, el Auditorio, el nuevo mercado de abastos, el Callejón del Huerto, el Museo y el futuro del mercado de abastos antiguo.

El coste de la intervención se reduce a la instalación de varias señales de tráfico y  a pintar en la mitad de la calzada una línea azul con la dirección de la ronda y carteles que digan “Ronda Centro”.

La idea de García Calderón es que en una primera fase se comenzara por quitar el tráfico en la calle La Mina desde el viernes tarde al domingo por la noche, así como en los festivos. Para ello es suficiente con la instalación de vallas. Esta misma medida se aplica por ejemplo en la Plaza del Altozano en Utrera,

Con dos semanas para poner en marcha la iniciativa sería suficiente. Es el plazo para instalar las señales y para avisar de los cambios en una campaña en medios de comunicación y redes sociales.  En cualquier caso, explica el artífice de esta propuesta, se trata de una medida fácilmente reversible en caso de que no funcionara.

En una segunda fase se podría hacer un “calmado de tráfico”. Esto consiste en reordenar también con pintura el trazado de la calle La Mina haciendo un trazado con curvas mediante isletas en las que incorporar jardinería, terrazas de hostelería, etc. Todo reversible. De esta forma, los coches al no poder ir en línea recta, disminuyen la velocidad. Esta ordenación seguiría incluyendo las paradas de autobuses urbanos que podría seguir pasando, las áreas de carga y descarga y los servicios de emergencias.

 Según Antonio García “no se trata de cambiar el diseño de las calles, sino de transformar el uso de estas dando prioridad a las personas en lugar del coche”.