Según la alcaldesa, Ana Isabel Jiménez, este gesto no se realiza solamente por la fama del presentador, sino porque siempre ha llevado con orgullo el nombre de su patria chica a donde quiera que ha ido. Roberto Leal exalta siempre que puede el lugar donde nació, creció y donde ya era bastante conocido incluso antes de crear una reputación a nivel nacional. Había participado en diversas agrupaciones de Carnaval durante años en Alcalá de Guadaira pero saltó a la fama en el resto del país hacia 2001, cuando apareció en los informativos de Telecinco. También fue embajador de Andalucía, nombrado por la Junta de Andalucía por su apoyo al turismo de la regíon, así mismo trabajó en otros canales como Antena 3, Disney Channel, Canal Sur y TVE y desde finales de 2017 está presentando Operación Triunfo. Muestra de su acogida nacional es el hecho de que el año pasado fue designado Orujero Mayor de la fiesta del Orujo de Potes, un honor para un alcalareño. Ahora bien, la comisión de Nomenclátor también ha tomado la decisión de que otras calles cercanas al complejo deportivo sean renombradas con el fin de reconocer a otras figuras públicas importantes como el Papa Juan Pablo II, Carlos Cano o Marcelino Camacho, entre otros.

Los medios y las calles en el mundo

Este hecho resalta la importancia que tiene la cultura pop y el impacto de los medios en la sociedad del siglo XXI. De hecho, además de Roberto Leal, existen muchas celebridades que tienen sus propias calles. En Bermuda por ejemplo, nombraron a una calle Beyonce Boulevard después de que la cantante ingresara en el Festival Musical del año 2008. Rihanna también fue honrada con una calle en Barbados, su patria natal, por su éxito y su ayuda humanitaria, que han tenido un gran impacto tanto en el país como en el mundo en general. Incluso Oprah Winfrey tiene su propia calle en frente de Harpo Studios en Chicago.

En la ciudad de Kuna, Idaho, se han empezado a designar algunas de sus calles con los nombres de personajes de Juego de Tronos debido a que la ingeniera Jannell Hall, con más de 17 años de experiencia, decidió que uno de sus proyectos urbanísticos fuera un tributo a la obra de George R.R. Martin. Hasta el momento ya se han aprobado las calles Baratheon, Rickon, Arya, Hodor, Podrick, Sansa y Tyrion y se rechazaron Baelish, Oberyn, y Lannister porque ya existían calles similares. En Victoria, Australia, también se han nombrado algunas calles con la misma temática, como las calles Baelish, Tywin, Stannis e incluso la calle Snow. El fenómeno Games of Thrones ha tenido un gran impacto en la cultura, especialmente desde que se empezó a emitir la serie en HBO. Tanto es así que desde su aparición se han bautizado a más de 240 niñas como “Khaleesi”. La UC Berkeley y Virginia Tech tienen cursos académicos relacionados con la saga. Cabe destacar la gran influencia en el mundo de los videojuegos, donde destacan Telltale Series, Juego de tronos RPG y Génesis, el hecho de que se hayan creado incluso tragamonedas con la temática, como la que se puede encontrar en la plataforma en línea de Betway Casino. ¡Incluso el Dothraki es un idioma que ya se está enseñando a nivel académico en los cursos de verano de la universidad de Berkeley!

Volviendo a la nomenclatura urbana y para no irnos tan lejos, en Zaragoza, hay un barrio donde las calles fueron bautizadas con nombres de videojuegos míticos. Así, en el barrio Arcosur se encuentran calles como Avenida Super Mario Bros, Sonic el Erizo, Príncipe de Persia y Los Sims entre otros. En Zaragoza también hay calles como El Mago de Oz, La Isla del Tesoro, Con faldas y a lo loco e incluso la calle Todo sobre mi madre. En un mundo donde se puede acceder a todo tipo de información con un clic, es normal que ya no se hagan más homenajes a descubridores, guerreros y colonizadores sino a las estrellas y famosos.

Hoy por hoy, los medios de comunicación tienen un gran impacto en la cultura y la sociedad y un buen ejemplo es la inclusión de nombres relacionados con el sector en nuestras calles. Sin embargo, no basta con ser famoso sino una persona ejemplar que simbolice los valores de la región donde se le rinde el tributo, como es el caso concreto de Roberto Leal, un orgulloso Alcalareño que triunfa en Madrid.