Tanto Asamblea de Alcalá como Vox ofrecieron algunos planteamientos novedosos para la ciudad y abordaron cuestiones que quedaron fuera en el primer debate. ISA se centró en criticar al actual gobierno socialista ofreciendo pocas alternativas.

Evaristo Téllez  de Vox planteó propuestas para problemas que la mayoría del resto de formaciones han obviado o sobre las que han pasado de soslayo: liberalización de suelo como fórmula para abaratar el precio de la vivienda, reestructuración del tráfico, un punto de encuentro familiar, la unificación de las sedes judiciales, la creación de un catálogo de patrimonio, mejora de la seguridad, incidió de forma especial en la necesidad de regenerar la zona centro y anunció su intención de actuar en la calle La Mina tras realizar una consulta y un estudio que determinen su nueva fisonomía y usos.

Evaristo puso a Alcalá ante el espejo de ciudades del entorno que avanzan más que Alcalá como Dos Hermanas o La Rinconada y ante “olvidos” municipales como los polígonos. Presentó un plan de acción que empieza por el Ayuntamiento con la realización de una auditoría externa, la optimización de los recursos municipales o la creación de una mesa de trabajo en educación para planificar la demanda. De ahí se fue abriendo para mostrar planteamientos económicos: mejora de los polígonos, rebaja de la presión fiscal y potenciación de la formación. Para acabar con los problemas del centro partiendo de una clave: políticas para aumentar su población. En el centro encuentra también la clave del crecimiento urbano local con un dato: hay 400 solares vacíos en la zona, espacio para 1.000 viviendas. Y para toda la ciudad plantea medidas para revitalizar el comercio y para aumentar la seguridad con un incremento de la plantilla de la policía local.

Por Asamblea de Alcalá, José Carlos Crespo hiló un discurso bien argumentado y basado en planteamientos ideológicos sólidos y coherentes.  Presentó como seña de identidad de su formación su carácter estrictamente local, pero hizo evidente que por muy local que sea un partido, tiene que asentarse sobre alguna ideología, tener unos principios generales en los que basar las actuaciones concretas. Con ello dejó en evidencia a otras agrupaciones municipalistas cuya preocupación es Alcalá, eso es evidente, pero cuya ideología es desconocida.

La principal aportación de Asamblea de Alcalá fue su método de trabajo. El que ha aplicado hasta ahora y el que llevaría al Ayuntamiento y que se basa, según dijo, en la participación ciudadana y la consulta a los vecinos barrio a barrio.  “Es necesario que la ciudadanía se organice y que se le pregunte de forma permanente”, dijo Crespo. Sus planteamientos incluyen en este sentido los presupuestos participativos, la creación de consejos sectoriales y que la opinión vecinal sea vinculante en los plenos.

José Carlos Crespo afirmó que el gobierno no tiene modelo de ciudad, más allá que desarrollar suelo y traer empresas más grandes, un modelo insostenible”. Su apuesta, crecimiento basado en aprovechar los solares vacíos y la rehabilitación de edificios antiguos, un urbanismo cerrado y con visión ecológica, la reforestación del casco urbano y la mejora de las riberas.

Pero el basamento ideológico de esta formación le lleva también a la formulación de propuestas que transitan por el terreno de la utopía y que se escapan del ámbito de la administración local: la banca ética y popular, la creación de una economía de proximidad o la mejora de la situación económica basada en la creación de empresas con base social o cooperativas.

David Hidalgo de ISA centró su intervención en la crítica al gobierno local y en particular a la alcaldesa Ana Isabel Jiménez. Hidalgo, que figuraba en las listas del PSOE en las anteriores elecciones, ha resultado ser el candidato más duro con el gobierno local de los ocho que han participado en los debates. De hecho en los tres primeros bloques de su intervención, apenas hizo propuestas, sino que se centró en hacer un diagnóstico de carencias y problemas de la ciudad por un lado y en desplegar una moción a la totalidad de frente al gobierno de Ana Isabel Jiménez. Fue también el único que la interpeló directamente, aunque no estuviera presente, para acusarla de mentir.

Hidalgo habló de exceso de burocracia, falta de infraestructuras, ausencia de planes y estrategias, problemas en la organización municipal falta de servicios y pérdida de atractivo de la ciudad respecto a las del entorno.

En su último turno desgranó algunas propuestas, que pasaron de largo por muchas cuestiones para centrarse sobre todo en el terreno económico. Para el Ayuntamiento reclama una auditoría de cuentas, plantea la creación de un órgano de emprendimiento  e inversión que localice empresas en proceso de expansión y que puedan implantarse en Alcalá y para los servicios sociales una desprivatización de las funciones que realizan.