Estudiantes de Bachillerato, 4º de ESO, e incluso Ciclos Formativos de Grado Superior, han asistido a la conferencia dictada por el Ingeniero y Profesor de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castillo Jiménez, que desarrolla su labor docente e investigadora en el Departamento de Ingeniería Mecánica y de los Materiales de la Escuela Politécnica Superior. Su labor investigadora se centra en el mecanizado de aleaciones avanzadas de utilización aeroespacial, en la investigación de accidentes y en la biomecánica de las lesiones en accidentes de tráfico. El pasado año, la Asociación de Peritos Tasadores y Judiciales de Andalucía otorgó a este profesor alcalareño el I Premio Adriano.

Como indicó el profesor coordinador del ciclo de conferencias, Francisco Burgos, el profesor Castillo no solo está dotado de un intelecto extraordinario, sino que es una persona amable, cercana, comprometida, de acrisolados valores humanos.

El Profesor Castillo les contó cómo desde pronto, la adquisición de conocimientos, empezó a despertar en él una curiosidad irrefrenable por todo lo que le rodeaba. Les mostró la importancia del esfuerzo personal y cómo nos vamos encontrando con profesores que, con su buen hacer, nos marcan de forma indeleble. Dijo: “Tenéis que saber que vuestros profesores siempre se alegrarán de vuestros logros y que vuestros fracasos son también sus fracasos. Y que cuando un profesor o profesora suspende a un alumno es porque considera que no ha conseguido alcanzar ese mínimo que, no es que se lo exija él personalmente, es que es el mínimo que una sociedad, cada vez más exigente, le va a pedir en el futuro”.

Con una elaborada presentación en Power Point y vídeos, desarrolló una interesante conferencia titulada “La Ingeniería: motor de la sociedad”, en la que explicó qué es la ingeniería y qué significa ser ingeniero. Básicamente, la ingeniería es la actividad de transformar el conocimiento en algo práctico y útil.

En la actualidad los campos de la ingeniería abarcan más de cincuenta especialidades. Conforme al Plan de Bolonia, los estudios de ingeniería industrial se establecen en el Grado de Ingeniería de cuatro años (equivalente profesionalmente, a los antiguos Ingenieros Técnicos) y Máster en Ingeniería (equivalente profesionalmente a los Ingenieros Superiores), que en la Universidad de Sevilla se estudian en la Escuela Superior de Ingenieros que imparte también los títulos de Ingeniería de Telecomunicaciones, Caminos y Aeronáutica, y en la Escuela Politécnica Superior, que además imparte el título de Ingeniería en Diseño Industrial.

Según el profesor Catillo, la historia del hombre es la historia de la Ingeniería, que ha ido evolucionando hacia su objetivo primario y fundamental que es realizar diseños o buscar soluciones tecnológicas a necesidades sociales, industriales o económicas de la manera más eficiente posible, lo que ha posibilitado el alto grado de desarrollo y el nivel cultural de la sociedad moderna actual.

Reivindicó que los avances tecnológicos son cultura, que existe arte en el diseño de un automóvil o una aeronave, y en cualquier máquina de las que se fabrican en serie y que son absolutamente fiables para las necesidades para las cuales fue construida.

“Tan inculto es el ingeniero que no entiende ni sabe apreciar el arte, la buena literatura o una pintura, como el gran filósofo o literato que no sabe ni entiende nada de lo que ve cuando levanta el capó del vehículo que conduce a diario.”

Mediante diapositivas mostró a los asistentes los avances de la ingeniería en la mejora de las fuentes de energía, nuevas estructuras de comunicación, desplazamientos más veloces, que han posibilitado, incluso, viajes al espacio, a la búsqueda de vida ajena a la Tierra.

Dedicó una parte importante de su disertación a la fabricación y el mecanizado, proceso de fabricación de particular importancia porque prácticamente cualquier producto fabricado que podamos imaginar, necesita en algún momento determinado de un proceso de mecanizado.

Explicó que los esfuerzos actuales se centran en estudiar todos los condicionantes del proceso para conseguir tanto mejores herramientas que presenten menores tasas de desgaste, como mejores procedimientos de refrigeración que permitan disminuir la temperatura de la herramienta, aumentando así su duración y mejorando tanto el rendimiento económico del proceso, como la calidad superficial y precisión de las piezas obtenidas.

Dedicó la parte final de su conferencia a la investigación de accidentes, campo donde la ingeniería tiene también mucho que decir, al permitir no solo determinar las causas de los fallos y aprender para que no vuelvan a producirse, sino también al determinar las responsabilidades y las indemnizaciones pertinentes. Este apasionante campo de actuación de la ingeniería, cada vez más, se conoce como ingeniería forense.

Mostró dos casos de investigación de accidentes, con imágenes impactantes, demostrando científicamente, las causas de los mismos y las responsabilidades que de ellos se derivaba. Los asistentes a la conferencia fueron familiarizándose con el análisis de la deformación de los vehículos que permite determinar la posición inicial de choque.

Terminó el profesor Castillo, deseando que la conferencia hubiera servido de utilidad, y les haya hecho pensar en la ingeniería, en cualquiera de sus muchas especialidades como dedicación futura. Asimismo, les animó, cualesquiera que fueran los estudios que realicen en un futuro, a que estudien y se formen lo mejor posible, y que trabajen en la profesión elegida con ilusión y ganas constantes de superación.