Para comenzar el técnico alcalareño propuso un nuevo esquema de juego, con Yeyo y Varona como hombres anclas y Nieto en la punta de lanza. El Alcalá salió desafiante ante su rival pese a la larga lista de bajas (Montaño, Ávila, Ramón, Óscar Rodríguez…) y ocasionó el primer conato del partido con un remate al larguero de Nieto.

SELU REINVENTA EL SISTEMA DE JUEGO Y CONSIGUE LA MEJORÍA

A renglón seguido fue Yeyo el que no perdonaría a su rival y el que inauguró el marcador con un latigazo desde lejos imposible para Jorge. El tanto confirmó la buena predisposición y situación en el campo de los de “Selu” que  apenas pasaban apuros para defender la renta. Incluso pudo ampliar ventaja tras un disparo de Gonzalo, pero fue a la media hora cuando el Ciudad de Lucena  dio señal de vida en el partido

Lo intentó con un remate peligroso pero, y cuando el crono ya había pasado los cuarenta y cinco reglamentarios, el colegiado Pulido Campos decretaba una pena máxima ante el público que quedó estupefacto por lo inaudito de este. David Carmona engañó a Isaac.

UN PENALTI INEXISTENTE  AL BORDE DEL DESCANSO NOQUEÓ A LOS BLANQUIAZUL

Le película del partido cambiaba y de qué manera porque el gol desquició a los jugadores alcalareños que recordaban los últimos episodios en su contra. Serrano quiso empatar tras un remate de cabeza en el 51´al tiempo que cuatro minutos más tarde Gonzalo reclamaba una pena máxima cuando menos dudosa.

A contracorriente pero con las ideas demasiado claras como para llevar tan solo tres entrenamientos, la mano del nuevo técnico blanquiazul se notaba. Los lucentinos bombardeaban el área enemiga con centros al área  y en uno de esos centros – en falta – llegó el tanto de la victoria. Una carambola mortal, en el área con un remate hacia atrás que golpeó la madera y que se encontró con el remate del delantero local Henares que dejó KO a los visitantes.

EL ALCALÁ GOZÓ DE UNA CLARA OCASIÓN AL FINAL

Con la ley del mínimo esfuerzo los cordobeses habían probado el flamenquín de la victoria dedicándose a dormir el partido sin que hubiera ocasión ninguna en los siguientes veinte minutos.

Fue al final, cuando el Alcalá pudo empatar con un disparo de Nieto o una cabalgada de Aarón hacia el portero que fue cortada por el colegiado al entender que había salido en fuera de juego. Isaac detuvo un mano a mano a los locales sin tiempo para mas solo para llorar una derrota con condiciones muy amarga.