Parecía que su futuro de iba a pintar de blaugrana, el color del Fútbol Club Barcelona. Antoine Griezmann había aparentemente firmado un precontrato con la entidad catalana en octubre para poder unirse a Lionel Messi y a Luis Suárez en una delantera de ensueño. Pero finalmente su decisión ha sido de quedarse en el Atlético de Madrid, el equipo que apostó por él en el verano de 2014 ya que lo ha puesto al centro de su proyecto en todo momento. El número 7 rojiblanco, que ha anunciado que se queda en Madrid en un programa televisivo, es entonces el principal impulsor del futuro próximo del equipo que juega sus partidos en el Wanda Metropolitano. Tras una serie de meses de incertidumbre y de respuestas poco concretas, Griezmann ha optado por seguir sintiéndose protagonista absoluto con la camiseta colchonera, que para él ya es como un segunda piel.

Y está claro que los propósitos del Atlético Madrid para la próxima temporada son importantes. En primer lugar la entidad presidida por Enrique Cerezo quiere volver a ganar un título de Liga tras vencer en la temporada 2013-14. La victoria de la última Europa League es sin duda un gran logro pero el título liguero tiene otro sabor y otro prestigio. En este caso es el mismo Griezmann que quiere ganar algo aún más importante con la camiseta del Atleti, ya que en los últimos años sus actuaciones estelares no han coincido con ningún trofeo relevante.

El que ahora está liderando la selección francesa en el mundial de Rusia 2018 se encontrará con una serie de mejoras en el equipo. La directiva y el técnico Diego Pablo Simeone han cerrado también el fichaje de Thomas Lemar, que comparte vestuario con Griezmann en el mundial, y seguramente irán a por otros jugadores eficaces y de calidad. Tras haber terminado segundo la temporada pasada, el Atlético vuelve a empezar de sus jugadores más importantes, con Oblak, Godín, Koke y Griezmann como principales encargados de hacer realidad los sueños de los hinchas y de un ambiente siempre cálido pero también visceral.

El rol del delantero francés es crucial en todo esto. Ya hábil cuando juega de mediapunta además de capaz de meter goles en cualquier situación, Griezmann está demostrando en el mundial que ha llegado a una madurez absoluta que le permite ser un perfecto asistente y de encontrar el gol en los momentos más complicados. Su proceso final de formación futbolística parece haberse completado tanto a nivel táctico como a nivel mental y su condición de líder capaz de llevarse el equipo al hombro en los partidos más duros es ya manifiesta.

El Atlético de Simeone hará hincapié en sus goles y en la construcción de un equipo aún más sólido para poder volver a ganar la Liga y también hacer un buen papel en la Champions League, competición en la que ha llegado dos veces en los últimos cuatro años, muestra del elevado nivel alcanzado por Griezmann y cia.