Hermandades - 19/08/2016
La Asunción de la Virgen en el alcalareño Santuario del Águila
Autor:
Francisco Burgos Becerra
La Asunción de la Virgen en el alcalareño Santuario del Águila
El pasado día 15 de agosto, como marca la tradición, Alcalá de Guadaíra celebró la Festividad de la Asunción de la Virgen, en la explanada del Santuario de la Virgen del Águila, para que pudieran tener acomodo los aproximadamente dos mil quinientos fieles que acudieron a la Función Principal de Instituto de la Antigua y Real Hermandad de Santa María del Águila Coronada, que este año ha cumplido su 125 aniversario, si bien la devoción a la Virgen del Águila, que es Patrona y Alcaldesa Honoraria, perdura ya durante 7 siglos.

Presidió la Solemne Eucaristía el Arcipreste de la ciudad, Rafael Calderón (párroco de San Sebastián). Con él concelebraban los sacerdotes, Manuel María Roldán (párroco de Santiago el Mayor y Rector del Santuario), Antonio José Guerra (párroco de San Agustín), Félix José Amo (párroco de Santa María y San Miguel) y los Padres Salesianos: Juan Francisco Rubio (nuevo Director de la Casa Salesiana de Alcalá), Gustavo Martagón (director de la Casa Salesiana de Cádiz) y Fernando Báñez (director de la Casa Salesiana de Triana, quien ha ocupado la Sagrada Cátedra durante la Novena).

Fue una Eucaristía preciosa, en la que la intervención de la Coral Polifónica de la Hermandad de Jesús Nazareno dirigida por el Padre Manuel Ángel Cano, contribuyó a elevar los espíritus de los asistentes. Si cerrabas los ojos disfrutabas con las voces angelicales, y si los abrías te encontrabas con la dulce mirada de la Virgen del Águila, en su Paso, en el dintel de la puerta ojival del Santuario. Si la felicidad puede describirse, este es uno de esos momentos propicios para describirla.

LA HOMILIA DEL PADRE FERNANDO BÁÑEZ, SDB

Especialmente acertada, en la Solemnidad de la Asunción de la Virgen, resultó la homilía del Padre Fernando, quien manifestó a los fieles que era un día para mirar hacia arriba y corregir las malas miradas exclusivas que solo provocan división y rencor. Efectivamente, como explicó, se habla de “malas miradas exclusivas”, como expresión de nuestro modo de estar en el mundo, en el cual “miramos solo hacia los lados” comparando, viviendo pendiente de los otros, de lo que dicen y piensan; estas malas miradas evidencian nuestras envidias. También “miramos solo hacia dentro de nosotros”, centrados en nosotros, con miradas narcisistas, preocupados solo por nuestras cosas y esperando que todos estén pendientes de nosotros; es la mirada del egoísta. También “miramos solo hacia abajo”, cuando solo vemos lo negativo, estamos juzgando siempre, condenando, viendo solo el lado oscuro de la vida; lo desanimante.

El predicador puso su énfasis en recordarnos que hoy celebramos la solemnidad de la Asunción, dogma declarado por el papa Pío XII: “la inmaculada madre de Dios, la siempre virgen María, terminado el curso de su vida terrena fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”. Por ello, el Padre Fernando Báñez, abogó por “mirar hacia arriba”, viendo a la Virgen del Águila, asunta al cielo, pues al mirarla a ella cambian, deberían cambiar, nuestros modos de mirar a los demás.

Asimismo, explicó que hablar de la Asunción de la Virgen es hablar de una triple victoria: la victoria de Cristo, que triunfa sobre la muerte, el mal, en lo grande y en lo pequeño de cada día; la victoria de la Virgen María, quien como primera seguidora participa del triunfo de Jesús; y en tercer lugar, la victoria de cada uno de nosotros, pues somos llamados a la vida, como Jesús, como María y esto nos mantiene viva la esperanza, la alegría en medio de los sufrimientos, porque la última palabra la tiene el bien, la vida.

Recordó que el Catecismo de la Iglesia Católica dice: “La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos”. En definitiva, la Virgen asunta es ejemplificación y anticipo de nuestro destino: no somos seres para la muerte, sino para la vida. María vive ya lo que nosotros viviremos. Y por eso, el 15 de agosto es una fiesta para mirar hacia arriba y al ver a la Virgen, cambiar nuestro modo de mirar al mundo que nos rodea. Es una fiesta para mirar hacia arriba y después mirar hacia abajo desde el compromiso, aprendiendo a mirar como ella a nuestro pueblo, a nuestra familia, a las personas que nos rodean. Por eso invitó a todos a mirar a la Virgen y desde ella ver con ojos más limpios a nuestros semejantes, transmitiendo un poco de sentido de Dios a nuestro alrededor, yendo más allá de una interpretación de la vida solo en clave materialista. Debemos, con nuestra mirada cristiana, arrancar las espinas del sufrimiento de nuestros vecinos, de nuestros ancianos, de nuestros jóvenes, de nuestros enfermos: ser el consuelo, la amabilidad, la cercanía, la comprensión de los que no lo tienen. Pero también debemos mirar al niño Jesús, que sostiene la Virgen en sus manos, pues nos lo está dando y nos dice que lo acojamos en tantos necesitados, en tantos marginados, en tantos rechazados por el color de la piel o por su situación económica… El mejor regalo es anunciar a Cristo, llevar a Cristo y su Evangelio a tantos como no lo conocen o lo han olvidado.

Finalizó su bella homilía invocando a la Virgen del Águila, con las mismas palabras que terminó la función en el año 2000, año de la coronación, haciendo suyas, 16 años después, las palabras del pregonero de la Coronación, Vicente Romero Muñoz:

“Mira a tu pueblo, María

Alcalareña sin mancha,

delicia de todo un cielo,

prodigiosa Inmaculada.

No me quites de aquí tus ojos,

negros de noche cerrada,

luces de amor en la vida

fulgor en la madrugada.

Ojos que saben de penas,

los que de amores traspasan,

los que miran y nos ven;

ojos que jamás se cansan

los que no se cierran nunca,

los que calman nuestras ansias.

 

Finalizaba la Eucaristía con las palabras del Arcipreste, Rafael Calderón, quien pidió a la Virgen que Ella nos mire siempre a nosotros. Que mire de una forma especial a su Hermandad que cumple el 125 aniversario, que mire a toda la Iglesia, que mire a todo este pueblo de Dios que peregrina en esta ciudad nuestra, que mire a nuestras hermandades y nuestras parroquias. También pidió que mire con ojos de misericordia y de amor a sus gobernantes. Pidió a la Madre del Señor para que bendiga a nuestros gobernantes para que luchen y trabajen por el bien de nuestro pueblo. También pidió a la Virgen que siga mirando siempre a los que más sufren y la necesitan.

Se terminó la Eucaristía cantando a la Madre del Señor “Salve Regina”.

 

EL PREGONERO DE LA SEMANA SANTA 2017

Y tras la Función, se llevó a cabo la ejecución de otro de los ritos alcalareños, pues a las plantas de la Patrona, Antonio Rivas Durán, presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, proclamó al que será el pregonero de la Semana Santa de Alcalá 2017: Fernando Casal Mancera. En la actualidad Hermano Mayor de la Borriquita. El pregonero es Licenciado en Comunicación Audiovisual, dedicándose profesionalmente a la Comunicación.

LA MULTITUDINARIA PROCESIÓN.

Y el pueblo de Alcalá se prepara para acompañar a la Virgen en su recorrido por su pueblo, derramando esperanza, despertando la fe, y haciendo ver a los alcalareños que hay que vivir la vida que el Señor nos regala, con alegría, compromiso y caridad cristiana.

El exorno floral del Paso de la Virgen, se realizará exclusivamente con las varas de nardos y jazmines proporcionados por los fieles. Desde el jueves los hijos e hijas devotos de la Virgen del Águila llevan al Santuario varas de nardos, para que junto a la Virgen, esté parte de sus corazones. Asimismo, durante la madrugada del catorce al 15, es tradición que las vareteras, preparen en la casa de Ana Tierno las varetas en las que a partir de las 10 de la mañana, en el Santuario, los fieles puedan ensartar los jazmines que ellos mismos traigan para su Virgen.  El ambiente a las 12 de la mañana es impresionante. Trabajo, fervor,  amor y alegría, para que la Virgen del Águila, luzca en su paso esplendorosa y perfume de nardos y jazmín las calles de Alcalá.

Este año el honor de portar el paso de la Virgen del Águila ha correspondido a la cuadrilla de costaleros de la Virgen del Rosario, Titular de la Hermandad de los Salesianos. Así lo decidió la Junta de Gobierno de la Antigua y Real Hermandad de Santa María del Águila Coronada. Juan Manuel Ruiz Portillo, su Hermano Mayor, en presencia de la Patrona, entregó a Jaime Otero el llamador del paso de la Virgen, convirtiéndolo oficialmente en capataz del paso.

La Agrupación Musical del Santísimo Cristo de la Bondad abrirá el cortejo y la Asociación Musical Nuestra Señora del Águila, de las mejores de la provincia, realizará el acompañamiento musical tras el paso, con numerosas marchas dedicadas a la Virgen alcalareña.

En el cortejo se integrarán todas las agrupaciones parroquiales y hermandades alcalareñas. Y ya, con todo preparado, a las 20:45 del lunes 15 de agosto, comenzará la procesión, de modo que a las 21:00 horas en punto, la Virgen situada a la altura del dintel de la puerta ojival del Santuario, sea acariciada por los últimos rayos de Sol. Durante la procesión se pueden vivir momentos preciosos y singulares. Sin duda, cada uno tiene los lugares y momentos de su predilección, pero según el Hermano Mayor, resultan especialmente recomendables los siguientes, además del de la aparición de la Virgen en el dintel de la puerta:

1) Cuando el paso se encuentra arriba de la Cuesta del Águila, y la Virgen está mirando a su pueblo, que le aclama y parece decir “vente con nosotros”. Se tiene la sensación de estar viviendo la Plegaria que le dedicara el Padre Manuel Ángel.

Mientras que baja la Cuesta del Águila, el cielo recortado por la cara de la Virgen va adquiriendo distintas tonalidades: azul, añil, malva, morado…

2) La llegada a Santiago, pues es el lugar donde simbólicamente la Virgen se entrega a su pueblo.

3) Otro momento especial es la presentación de la Virgen del Águila a las Hermanas Clarisas; aunque es relativamente reciente, pues este es el cuarto año que se realiza. Es un momento íntimo y gratificante. Hasta el año 2013, las Hermanas Pobres de Santa Clara, aunque la Virgen del Águila es Abadesa perpetua del Convento, no habían podido ver su rostro durante la procesión, siempre la veían de espalda, desde una pequeña ventana en la parte superior del Convento. Sin embargo, en la procesión de 2013, la Virgen paró en el Convento y las Hermanas Clarisas le cantaron.

Como viene ocurriendo desde ese año, la Franciscana Sección de la Archicofradía Sacramental de la Adoración Nocturna, que reside en el convento, espera y recibe corporativamente a la Virgen, entregando su presidente, Juan Jorge García García, un ramo para ella al Hermano Mayor de la Hermandad.

Es impresionante la marea humana que nos encontramos durante toda la calle Nuestra Señora del Águila, conocida por los alcalareños como calle La Mina.

4) Cuando llega a la explanada y entra al Santuario mirando y despidiéndose de su pueblo. La entrada siempre se realiza al compás de la marcha “Virgen del Águila”.

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