Rafael Ramos tiene la técnica para hacer lo que quiere en fotografía. Aquí la ha sumado a su sensibilidad y su cariño por las cosas de Alcalá para articular un trabajo que le ha llevado tres años. El resultado son 84 fotografías de titulares de las hermandades tanto en la calle como en los templos; 54 imágenes de detalles y 22 fotos de los llamadores de todos los pasos de las cofradías de Alcalá, que ha regalado a sus capataces, que se dieron cita en la presentación de la exposición para recibir el detalle.

Este fotógrafo no se había acercado nunca a la Semana Santa, centrado en sus trabajos de naturaleza que realiza por todo el mundo y que publica en las revistas más prestigiosas a nivel internacinal. Hace tres años decidió afrontar el reto que le planteaba la plasmación de la Semana Santa y en este acercamiento, quizás más libre de prejuicios o de visiones previas, está una de las grandes virtudes de la exposición. Son fotos frescas, ángulos nuevos, estampas inéditas. Fotos que no se limitan a captar las imágenes con nitidez, sino que crean atmósfera alrededor de ellas, luminosa en las imágenes del Domingo de Ramos o íntima en las de la tardel de Jueves Santo, por ejemplo. Su visión se fija en los detalles, manos, miradas, atuendos, crea composiciones de gran belleza, jugando con líneas y colores. Engrandece la Semana Santa de Alcalá, que parece aún más hermosa en el relato fotográfico que de ella ha realizado.Un regalo y un lujo para Alcalá que puede verse en el Museo de la Ciudad hasta el Domingo de Resurrección.

La inauguración tuvo aún un regalo más para quienes asistieron fue la interpretación de unas preciosas sevillanas dedicadas a las devociones de Alcalá y que interpretó de forma espléndida Jesús Navarro con acompañamiento al piano de Jesús Ramos Flores.