Me toca el turno de palabra:

 No voy a ser políticamente correcto. Me llamo Alberto Miranda y he estado en todas las negociaciones para intentar arrancar del Gobierno a Gutiérrez Limones, no lo hemos conseguido, lo siento, pero no ha sido por falta de ganas, ánimo o capacidad de negociación, si no por abundancia de imbéciles. Ahora sí, cuando ya ha pasado todo, es cuando se puede contar lo que ha sucedido.

Cuando uno afronta unas negociaciones con gente tan dispar como el Partido Popular y Podemos, el Partido Andalucista, Izquierda Unida o Ciudadanos, tiene que asumir que si quiere conseguir salir de ellas con éxito, va a pasar los peores ratos de su vida, y digo esto desde la experiencia de estas dos semanas.

Soy consciente de que este escrito va a generar muchas reacciones, pero la que más me duele va a ser el descojone de todos esos militantes del PSOE de Alcalá cuando me lean, esa panda de prepotentes y arrogantes, que el día de las elecciones se hartaron de llorar y hoy están haciendo una fiesta.

Metámonos en faena:

5 concejales del PP, 4 de Alcalá Puede, 3 de Izquierda Unida y Alternativa Alcalareña, 2 del Partido Andalucista y 2 de Ciudadanos, de ahí tenía que salir un gobierno estable que contase con el apoyo de 13 concejales. Desde nuestro punto de vista, lo más lógico era: 4 de AP, 3 de IU-AA y 2 del PA (9) con el apoyo de los 5 del PP desde fuera. Ese escenario era muy difícil de conseguir, el PP, aún comprometido con el cambio de gobierno, iba a querer la alcaldía al ser la primera fuerza de la oposición, como es lógico, y el 24 de mayo viendo el panorama, pintaban bastos.

Resaltar que entre AP, IU-AA, PA y PP ya sumaban 14, por eso desde el minuto uno descartamos cualquier relación con Ciudadanos, no sólo por el hecho de que llevara a gente del Frente Nacional en sus listas, que ya es decir, si no porque era obvio que habían entrado en el ayuntamiento para resolver económicamente sus vidas. Una lástima que esa gente que por no hacer no hizo ni campaña, metiera dos concejales, y personas como Sergio y Carmen de UPyD se quedaran fuera, otro gallo hubiese cantado sin duda, pero bueno, las urnas no suelen recompensar la honestidad.

Las negociaciones empezaron con reuniones bilaterales entre todos los partidos (excepto el PSOE, que nos llamaba y nos pedía sentarnos pero nos negábamos), unos con otros se iban tomando la temperatura, y prácticamente desde el minuto uno, tanto el Partido Andalucista como el Partido Popular mostraron su disposición a negociar tanto como fuera necesario para acabar con el régimen de Limones. Alcalá Puede sin embargo mostraba una actitud inquebrantable, querían a Jesica Garrote como alcaldesa y tres tenencias de alcaldía, pensábamos obviamente que era parte de una estrategia negociadora, pedir lo máximo para quedarse con lo deseado y no menos.

Nosotros, desde el minuto uno, dijimos que nuestra candidata María Fernández no se postulaba a la alcaldía a menos que fuese necesario, y que al igual que planteaba el PA con Lola Aquino, en nuestro ánimo estaba buscar una figura de consenso para poder sustituir a Limones por alguien que estuviese decidido a regenerar democráticamente Alcalá.

Mientras todo esto ocurría, Alcalá Puede seguía a lo suyo. Publicando en facebook su sesgado punto de vista sobre las negociaciones para aparentar transparencia, contando a través de las redes sociales medias verdades que los hacían quedar bien, e insistiendo con el mantra “Jesica Alcaldesa”. Nosotros no quisimos desmentir declaraciones porque sabíamos que cualquier pugna entre los cuatro partidos al único que beneficiaba era a Gutiérrez Limones y su banda.

Yo creo que si tú estás en unas negociaciones en las que te estás jugando el futuro de 75000 habitantes, y eres consciente de que para conseguirlo tienes que poner de acuerdo a cuatro organizaciones tan dispares, al menos no les toques los cojones a ninguna publicando lo que te parece en las redes sociales sin avisar ni consensuar el mensaje para no dejar mal a nadie.

Dejamos al PP unos días para que asimilara la noticia y llegó la feria. Me consta que en el Partido Popular asumieron la noticia con dolor pero entereza y altura de miras, a sabiendas que lo más importante para esta ciudad era derrocar el régimen del PSOE, y tras pasar la feria continuaron las negociaciones.

Nosotros pensamos que quizás la candidata del PA podía generar el suficiente consenso, Lola Aquino es un mujer querida en este pueblo que ha sabido llevarse bien casi con todo el mundo, ella sola es capaz de conseguir 3000 votos elección tras elección sólo por lo que representa, ya que el Partido Andalucista como tal es una organización a punto de desaparecer y el votante del PA realmente lo que vota es a Lola. Sin embargo, conforme fueron pasando los días, nos fueron trasladando que María, al no pertenecer a Izquierda Unida y ser independiente a cualquier organización política, quizás podría generar más consenso.

La reunión a cinco bandas

Así, y viendo que la fecha se nos echaba encima, yo mismo convoqué a una reunión a todos los partidos de la oposición, Ciudadanos incluido; me contaban que C´s estaban dispuestos a cambiar Alcalá aunque siempre lo dudé. Asistieron todos.

En la sede de IU-AA nos dimos cita un total de cinco organizaciones y aproximadamente 16 personas (no lo recuerdo con exactitud). Ahí, desde IU-AA pusimos sobre la mesa una serie de medidas como por ejemplo auditar el ayuntamiento, bajar el IBI, acabar con los desahucios y los cortes de luz y agua a nuestros vecinos, acabar con el enchufismo o incrementar el presupuesto de servicios sociales, entre otras.

Tras ello nos metimos en la parte más difícil, nosotros expresamos que nuestra candidata estaba dispuesta a asumir la tarea pero que no era plato de buen gusto para nosotros tomar la alcaldía. El PP, el PA y C´s dijeron que ellos apoyaban a la candidata de consenso que saliera de aquella reunión, cosa que honra especialmente al PP; y Alcalá Puede siguió repitiendo su mantra “Jesica Alcaldesa” sin parar.

El clima era tenso, y viendo que tras tres horas no se llegaba a ninguna conclusión ante la negativa de Podemos, yo mismo le pregunté hasta en tres ocasiones a Áticus Méndez, concejal de Alcalá Puede, que si por lo menos estaban dispuestos a preguntarle a su asamblea si les parecía bien la figura de María como consenso de todos, pregunta que me contestó en varias ocasiones con la siguiente frase “no te puedo a contestar a eso”.

Aquella reunión terminó cuando Áticus, que en todo momento presentó una actitud desafiante y arrogante a partes iguales, dijo: “nos queremos ir ya ¿por favor podemos irnos?”. Sheila Carvajal, Jesica Garrote y Áticus Méndez se marcharon, y los demás decidimos enviar una nota de prensa anunciando el acuerdo de todos excepto Podemos. No hicimos sangre, en esa nota dijimos que Alcalá Puede lo tendría que consultar aunque ni sabíamos si lo haría. Éramos conscientes, yo creo que todos, que si no agarrábamos el toro por los cuernos iba a ser imposible derrotar al régimen del PSOE.

Me parece muy importante resaltar que el acuerdo alcanzado era un acuerdo de investidura, que el gobierno aún tenía que decidirse y que en lo que nos habíamos puesto de acuerdo era en a quien votar el día 13, y en una serie de medidas urgentes para Alcalá. Sin embargo, el discurso propiciado por Podemos, el PSOE y algún medio afín a este último, como Antena 3, es que habíamos llegado a un acuerdo de gobierno todos los partidos, y claro, comenzó el espectáculo: “¡Pactar con el PP! ¡¿cómo es posible?! ¡alta traición de Izquierda Unida!.” Las redes sociales fueron un hervidero, y Podemos aprovechó que nosotros estábamos callados para poder llevar las negociaciones a buen puerto, para extender el mensaje de que nosotros somos “los malos” por pactar con la derecha, y ellos “los limpios y puros”. No importó que el PP hubiera dicho públicamente que ellos se ofrecían a propiciar el cambio en Alcalá trabajando por ello "dentro o fuera del gobierno del cambio".

Los chicos de Alcalá Puede fueron incapaces de ver en un horizonte cercano un gobierno de izquierdas encabezado por María Fernández, con ellos y el Partido Andalucista dentro y apoyados desde fuera por el Partido Popular. Era muy difícil convencer al PP de esto, y no sé si lo hubiéramos conseguido, el compromiso con esta ciudad demostrado por los militantes alcalareños del PP indicaban que al menos era posible, pero la ineptitud tiró por tierra cualquier posibilidad.

Mira que con tres concejales era difícil llegar a este punto en las negociaciones, pero la cerrazón e incapacidad absoluta de Áticus, Caño y compañía, sumada al comportamiento absolutamente infantil de Jesica Garrote en facebook, acusando a todo el mundo de “repartirse los sillones” acabó por romper la baraja.

Mención aparte merece toda esa cantidad de gente que dio por válidas las acusaciones de Podemos y que bramaron en las redes sociales contra un acuerdo con el Partido Popular. El que no nos conociese y simplemente se creyera las palabras de Garrote tiene un pase, pero el que nos conoce y se comió ese discurso con patatas merece un buena hostia de realidad en la cara.

Como anécdota resaltar que a las pocas horas de aquella reunión a cinco bandas, me llamó un buen amigo y me dijo textualmente: “he estado aquí en casa escuchando tranquilamente vuestra reunión del otro día. Enhorabuena porque cada vez que intervenías le aportabas sentido común a esa reunión de locos”. El amigo Áticus Méndez había grabado la reunión sin avisar a nadie y se la había enviado a un listado de amigos o compañeros a través de Telegram. Yo animo al que me lea a que consiga esa grabación a través de cualquier miembro de Alcalá Puede y escuche con sus propios oídos todo lo que yo estoy contando.

La reunión a cuatro bandas con movimiento sociales

El acuerdo parecía absolutamente roto, Ciudadanos ya le hacía ojitos al PSOE previendo que el bastón de mando del Ayuntamiento lo acabaría levantando de nuevo Gutiérrez Limones, y nosotros prácticamente habíamos bajado los brazos.

Sin embargo, la preocupación de los movimientos sociales de esta ciudad, que observaban con temor como los días se iban sucediendo y todo indicaba que el PSOE volvería a gobernar Alcalá, propició una nueva reunión, en esta ocasión, en un espacio neutral.

Allí nos dimos cita, tanto representantes de diferentes movimientos sociales y organizaciones de esta ciudad, como representantes políticos de Alcalá Puede y Podemos (con su secretario general José Luis Caño a la cabeza), el Partido Andalucista, el Partido Popular e Izquierda Unida y Alternativa Alcalareña.

Nosotros dijimos en esa reunión que María Fernández dio el paso de encabezar el proyecto del nuevo gobierno para intentar llegar a un consenso entre todos y porque el resto de partidos nos lo pidieron, pero que vistas las críticas e insultos de los representantes de Alcalá Puede a María en las redes sociales, era obvio que no generaba el consenso suficiente, por lo que, como nosotros no tenemos ningún tipo de interés por sillones ni poder, retirábamos inmediatamente la propuesta.

Si aún cabía algún tipo de esperanza, cuando volvimos a escuchar el mantra “Jesica Alcaldesa” todo se disolvió. Algunas escenas de aquella reunión parecían estar sacadas directamente de la película “El ángel exterminador” de Buñuel. Podemos no fue capaz de comprender en ningún momento que Jesica no generaba el suficiente consenso en todos los grupos políticos, al igual que Mari Carmen Hornillos, pero mientras el PP fue capaz de dar un paso atrás, ellos el último día seguían exigiendo que se invistiera a Jesica Garrote como Alcaldesa de Alcalá de Guadaíra.

La reunión, que transcurrió el viernes 12 desde las 10:30 a las 13:30, fue un absoluto despropósito, Alcalá Puede no era capaz de comprender que ellos solos no tenían capacidad para sacar adelante el ayuntamiento, y los chicos se mostraban dispuestos a gobernar Alcalá con cuatro concejales de 25 y la enemistad de todos los demás grupos. No sé si es osado, irresponsable o todo a la vez, como tampoco comprendo por qué esa obsesión casi enfermiza con hacer a Jesica Garrote Alcaldesa, cuando coger en estos momentos la alcaldía de Alcalá de Guadaíra, después de como ha dejado el PSOE las arcas municipales y de la situación de emergencia social que vive la ciudad es de todo menos una bicoca.

Las últimas horas

Desde el momento de salir de aquella reunión y hasta el pleno del día siguiente, el espectáculo pasó de drama a comedia. Alcalá Puede se fue a su asamblea, celebrada sólo 12 horas antes del pleno de investidura sin ninguna propuesta sobre la mesa más que “Jesica Alcaldesa” porque el resto de partidos habíamos llegado a la conclusión de que con esta gente no se podía ir ni a por pipas, por lo que mucho menos asumir una responsabilidad tan grande como gobernar Alcalá de Guadaíra, no podíamos poner en un brete a 75.000 personas y tenerlas al antojo de un grupo de cuatro irresponsables manejados por la arrogancia de Jose Luis Caño, secretario general de Podemos Alcalá.

La asamblea de Alcalá Puede, presionada por los críticos y en un ambiente más que tenso según me contaron, decidió apoyar a cualquier candidata que no fuera ni del PP ni del PSOE y que se comprometiera a cumplir una serie de acuerdos mínimos, que por supuesto no habían negociado con nadie. Esto ocurriría sobre las 22:30 más o menos del día antes del pleno, a buenas horas.

Casi al mismo tiempo, se hizo pública una nota de prensa de Europa Press que decía que el Partido Popular dejaría gobernar a la lista más votada en Alcalá de Guadaíra. Por lo visto, la portavoz del PP alcalareño le dijo a su dirección provincial a eso de las seis de la tarde que el acuerdo con Alcalá Puede era imposible por lo que volvería a gobernar el PSOE en Alcalá. A su secretario provincial lo llamó la prensa y de ahí el titular.

Lógicamente, esa nota de prensa dejó al PP alcalareño a los pies de los caballos, rápidamente se extendió por facebook y twitter y media Alcalá gritaba de indignación. Bajo mi punto de vista esto es bastante injusto, el que me conoce sabe que yo no soy amigo ni del modelo neoliberal ni del conservadurismo, pero el PP de Alcalá, casi más que ningún otro, ha demostrado una generosidad y una capacidad de sacrificio por Alcalá que a mi personalmente me ha sorprendido, yo, comunista confeso, me quito el sombrero ante el Partido Popular alcalareño y no me duelen prendas decirlo.

Rápidamente, los muchachos de Alcalá Puede y el PSOE se dedicaron a extender esa nota de prensa por la redes sociales, los socialista en clara muestra de júbilo, y Jesica Garrote, de forma claramente deshonesta, publicando el enlace en cada hilo de facebook, para así ellos conseguir quitarse el muerto de encima y culpar al PP de su absoluta carencia de responsabilidad con este pueblo. Ellos saben perfectamente que si no se ha logrado un acuerdo en Alcalá de Guadaíra es por su culpa, por eso, me parece de una falta de principios preocupante que sigan actuando como están actuando.

El Pleno de investidura

El acabamos con el último capítulo y no por ello menos lamentable. Alcalá Puede rogando que se presente cualquier candidata, Áticus intentando aplazar el pleno, Carlos, su número tres o cuatro, no lo recuerdo, que estaba de viaje, no le dio tiempo de llegar. Todos con las camisetas oficiales del club de fans. Ningún grupo había aprobado sus “acuerdos de mínimos”, no había ya ninguna posibilidad de acuerdo, el futuro de una ciudad no se puede decidir de forma irresponsable en el último minuto y cogen y votan a Lola Aquino, que recibió los tres votos de ellos y los tres de Izquierda Unida, nosotros nos quedamos con dos votos del PA, el PP se vota a si mismo y Ciudadanos vota al PSOE. Limones de nuevo Alcalde por una panda de incompetentes que ni tienen capacidad, ni sensatez, ni sentido común, que no saben relacionarse con nadie que no sean ellos mismos y que han jugado con el futuro de todos los vecinos de Alcalá de Guadaíra para acabar depositando de nuevo a Limones en la Alcaldía.

A mi sólo me queda esperar que las bases de Podemos reaccionen, que si hay gente con dos dedos de frente ahí dentro, que me consta que la hay, se organicen para acabar con semejante espectáculo, de lo contrario, Limones y Miriam Burgos dimitirán (me cuentan que Limones ya tiene un huequito en la autoridad portuaria de Sevilla), Ana Isabel asumirá la alcaldía, el PSOE, después de la sesión de chapa y pintura, se dará por renovado, y tendremos régimen en Alcalá otros 20 años.

Por cierto, el nuevo IBI recién subido y calentito está al caer, preparen sus bolsillos que Limones ha prometido responder con gratitud a Ciudadanos, y eso hay que pagarlo.

Alberto J. Miranda.