Antonio García Calderón, arquitecto alcalareño con estudio propio en la localidad, ofreció su visión sobre el actual PGOU vigente y las claves del nuevo planeamiento que después de iniciarse su ejecución hace años aún no ha entrado en vigor. Antonio García explicó que el PGOU vigente, que data del año 1994 y habilitó una gran cantidad de suelo que aún no ha sido colmatado, pero aún así en 2003 se inició la realización de un nuevo plan a la luz de la expansión económica y urbanística que se vivía en España entonces. A su juicio, el desarrollo que se planteó entonces fue excesivo, tanto que incluso apostaba por una conurbación con Dos Hermanas. Sin embargo, explica el arquitecto alcalareño el cambio de ciclo económico hizo que fuera innecesario califica tanto suelo y la Junta de Andalucía puso límites a la expansión. Llega entonces la redefinición del modelo de 2013.

Se apuesta entonces, explica Antonio García por un modelo menos expansivo en el que tenga cabida en un mismo ámbito todos los usos: laborales, residenciales, comerciales…. Se trata según explicó de volver a un modelo que ya se empleó en Alcalá con éxito, el de la “Ciudad Amable” como la define este arquitecto desarrollado en Pablo VI.

García Calderón planteó también algunas propuestas para mejorar el funcionamiento de Alcalá en clave de regeneración urbana y de movilidad. Alertó sobre la situación del centro histórico con numerosas casas vacías y planteó la posibilidad de una ordenanza municipal que favoreciera la ocupación de estas casas. Reclamó el aprovechamiento de infraestructuras ahora sin uso como el Mercado de Abastos. En términos de movilidad apostó por fórmulas como la creación de “supermanzanas” donde la movilidad se desarrolla en el exterior de un conjunto de viviendas y calles, dejando el interior como espacios peatonales con acceso limitado al tráfico. Y en cuanto al tráfico insistió en la necesidad de una pedagogía sobre el uso del coche y planteó iniciativas actuales que se desarrollan en otros ámbitos como los coches de barrio o el uso de bicicletas de pedaleo asistido mediante un motor eléctrico que permitirían salvar el hándicap que la orografía de Alcalá supone para el uso de este medio de transporte.

Íñigo Barahona fue el siguiente ponente. Ingeniero de caminos, es autor de todo tipo de obras de ingeniería repartidas por todo el mundo. En Alcalá es el autor del Puente del Dragón y de la restauración del Puente Romano.  Su intervención se centró en analizar el diseño de las redes de comunicaciones de Alcalá con su entorno. Destacó las posibilidades de futuro que abre el desarrollo de la SE-40, que junto con la A-92 van a crear en Alcalá la zona con mayores posibilidades de desarrollo económico de la provincia. Destacó también la necesidad de solucionar la falta de accesos desde la ciudad a la A-92, una situación que se podría resolver con la creación de una variante de la A-92 hacia el norte que plantea el PGOU. En cuanto a las vías internas, destacó la necesidad de colmatar la variante sur y hacerla enlazar con la carretera de Morón mediante un nuevo puente sobre el río Guadaíra. Para esta obra mostró una propuesta de diseño que plantea una estructura muy ligera, pero no exenta de estética. También considera necesario solventar la conexión de las carreteras de Dos Hermanas y Utrera con Alcalá, para lo cual se plantea igualmente la construcción de un puente que sustituya al actual Puente Nuevo y que tenga mayor capacidad y mejor estética.

Barahona se mostró muy crítico con la situación de abandono de la obra de la carretera de Dos Hermanas y señaló el sinsentido que supone que una obra contratada y con las previsiones de crédito realizadas se paralice precisamente por falta de crédito. Una paralización, que según explicó supondrá más gastos a la hora de retomar las obras.

En cuanto al tranvía se mostró optimista sobre las posibilidades de que la Junta pueda retomar las obras, ya que sería según explicó una buena expansión para la Línea 1 de Metro a la que podría aportar rentabilidad. Sin embargo advirtió de que para su puesta en marcha es necesario negociar y llegar a un acuerdo con la empres que gestiona actualmente la Línea 1 de Metro de Sevilla.

El turno de intervenciones lo cerró el delegado de Urbanismo de Alcalá, Rafael Chacón que centró su intervención en el nuevo PGOU de Alcalá y en las revisiones que ha experimentado el documento aprobado inicialmente en 2009 y que ha tenido que ser modificado para adaptarse a la actual situación, muy distinta a la que había cuando se inició su elaboración, en plena etapa del boom inmobiliario; y a las nuevas directrices de la Junta de Andalucía sobre los desarrollos urbanos.

En este sentido, Chacón explicó que el nuevo planteamiento de crecimiento para Alcalá limita las áreas de expansión y que busca soluciones para los problemas de la ciudad existente mediante un proceso de intervención “casi de acupuntura” de los suelos existentes. Destacó la previsión de mejoras urbanas en zonas como Montecarmelo o Rabesa. Como zonas de oportunidad se mantienen los sectores de Pirotecnia, Zacatín y La Isla y en general se descargan los suelos de construcciones tanto en las zonas residenciales como en las industriales.

El planteamiento general contempla una “reequipación” de la ciudad consolidada y nuevos desarrollos en los que se todas las zonas cuenten con los servicios completos. En cuanto a la entrada en vigor del nuevo PGOU, Chacón señaló que actualmente quedan dos aprobaciones provisionales y la aprobación definitiva.