Esta ceremonia, que se llevó a cabo en la intimidad del Monasterio de Santa Clara, sede canónica de la Sección Alcalareña, se realizó tras la Comunión de la Misa que ofició Antonio J. Guerra Martínez, Arcipreste de la ciudad y párroco de San Agustín, feligresía a la que pertenece la Asociación de Amigos de los Reyes Magos.

El celebrante destacó la coincidencia del acto con la festividad de San Antonio María Claret, fundador de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (Claretianos), y la importancia de la figura de los Reyes Magos también como misioneros y evangelizadores por las calles de nuestra ciudad, pues no en vano representan personajes bíblicos, y visitan varias instituciones, entre ellas el Monasterio de Santa Clara, para adorar la imagen infantil del Niño Dios en la tarde del día 5 de enero que precede a la salida de la Cabalgata. Felicitó a los homenajeados, recordándoles que, aunque el próximo año sean otros los que se encarguen de continuar esta bella tradición, ellos serán ya para siempre los Reyes Magos y Estrella de 2014. Habló también de que sus distintas razas representan a todas las del mundo, porque todo el mundo debe adorar a Dios.

Previamente al sencillo acto de entrega de los Diplomas, el Presidente de la Sección Alcalareña, dirigió unas palabras de felicitación a los Reyes Magos y Estrella, recordándoles que cuando acabe su “reinado”, pueden seguir siendo adoradores del Dios verdadero, que sigue con nosotros por toda la eternidad en el Santísimo Sacramento del Altar. Destacó también la novedad de que este año, por vez primera se hacía el acto bajo la mirada amorosa de la Santísima Virgen María, Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano, Titular de la Sección. Su dulcísima advocación se relaciona precisamente con esa vocación de los tres Reyes de representar a toda la Humanidad, de la que Ella es Consuelo y Gracia.

La misa finalizó con el canto de la popular “Salve Madre”, a Nuestra Señora, que nos ofrece en su mano derecha el barco al que podemos subirnos para surcar los peligros de este valle de lágrimas e ir hasta su divino Hijo Jesús, al que muestra y ofrece en su otra mano, mientras que éste, risueño, bendice con su tierna manita  a los que se acercan a Él.

Finalizó el acto con la firma de la Estrella y los tres Reyes en el Libro de Honor de la Sección, entre las felicitaciones de la Comunidad de Hermanas Clarisas, que, además de adoradoras de la Sección Alcalareña, están muy unidas a la Asociación de Amigos de los Reyes Magos.