Los trabajadores consideran que impidir el desarrollo de esta iniciativa puede suponer un “riesgo” para la “competitividad de la fábrica” y puede poner en peligro su “viabilidad”. Todo ello, estiman, provoca “inseguridad en la estabilidad de los empleos” de la fábrica que suman unos 200.

Los trabajadores recuerdan a la alcaldesa que el proyecto de la empresa cuenta con la aprobación de la Consejería de Medio Ambiente. Al mismo tiempo añaden que la iniciativa de Portland de valorización energética mediante la sustitución parcial de sus combustibles por combustibles alternativo es una práctica “ampliamente extendida en Andalucía, España y Europa”.