Estas Hermanas Clarisas se han consagrado a Dios en medio de su Iglesia, tras haber experimentado el amor a su Esposo (Cristo) y el Don de su vocación. Tal y como testimoniaron los Seráficos Padres San Francisco de Asís y Santa Clara, desde el siglo XIII, ellas ofrendaron todo su ser a Dios, convirtiéndose en testimonio absoluto de vida franciscano-clariana, vivida desde la radicalidad, mediante los votos de pobreza, castidad, obediencia y clausura, como expresión de su amor total a Cristo y su Iglesia.

Las Hermanas Clarisas Sor Isabel y Sor Estela, emitieron su profesión religiosa, pronunciando la fórmula de su profesión solemne ante la Iglesia, con las manos juntas entre las de su Madre Abadesa, Sor María del Águila, quedando así desposadas con Cristo, que las eligió para sí.  La Madre Abadesa de la Comunidad de Hermanas Clarisas de Alcalá de Guadaíra, les colocó el anillo a las neo-profesas, para significar que las hermanas son ya esposas de Cristo, al cual seguirán todos los días de su vida, con amor y entrega absoluta al Esposo, al cual se han consagrado.  Asimismo, se les impuso la corona de Espinas para ser coronadas con Cristo para toda la Eternidad.

La ceremonia contó con los bellos cantos de la Coral Polifónica de la Hermandad de  Nuestro Padre Jesús Nazareno, magistralmente dirigida por el Padre Manuel Ángel Cano. En las ofrendas, las Banderas de Kenia y España, simbolizaron la vocación misionera, bajo la misma fe en un solo Señor y la colaboración fraterna que nace del Amor de Cristo y profundiza más y mejor el carisma de San Francisco y Santa Clara en la Vida Fraterna.

Al tratarse de Pascua Florida, en este Mes de Mayo, no podía faltar la presencia de la Santísima Virgen María, y terminó la ceremonia con todos cantando “Regina Caeli”, mientras posaban su mirada en la dulce Imagen de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano.