Para que todo sea más veraz y se ajuste a los efectos que la tragedia del terremoto tendría, enfermeros de la Cruz Roja trabajan con las alumnas indicándoles cuáles son el tipo de heridas que sufrirían los afectados. Heridas y percances de muy diversa tipología, ya que la simulación incluye grandes daños con edificios derribados, incendios o fugas de gases peligrosos.

Con sus estuches de maquillaje las 18 alumnas del ciclo del IES Albero y sus dos profesoras pueden “hacer mucho daño” y simular todas las heridas con un grado de veracidad que impresiona.

Todo ello tiene una doble utilidad. Para las alumnas supone una práctica de la que aprenden mucho, tanto de maquillaje como de trabajar bajo la presión de tener que hacerlo rápido y durante muchas horas. Estos días se emplearán durante toda la jornada para maquillar a unas 150 personas.

Para los servicios de emergencia que participan en el simulacro, su trabajo resulta de una gran utilidad para aprender de forma real el tratamiento que deben dar a los heridos. Lo habitual en este tipo de simulacros es que los heridos lleven un cartelito con el tipo de lesión que tienen, algo poco indicativo y que no resulta de mucha utilidad. De esta forma, quienes tienen que atender a los lesionados saben por ejemplo que tienen que evitar coger al herido por ciertas partes para no dañarle más o a que lesión deben acudir el primer lugar.