Consideran que no se trata de casos concretos sino que existe por parte del gobierno municipal “falta de planificación” en la gestión del arbolado y una “política que considera los árboles como “mero mobiliario urbano” y no como elementos necesarios para “una mejora de nuestra calidad de vida”. Para esta asociación Alcalá sufre la “desaparición paulatina” de la masa arbórea existente en el núcleo urbano y en todo el término municipal.
Alwadi-ira cita algunos casos para avalar sus afirmaciones y denuncia actuaciones que suponen pérdida de masa arbórea y vegetal como:
- La tala completa del eucaliptal de Gandul, junto a la cárcel de mujeres (3000 eucaliptos)
- La tala del bosque de ribera entre el Molino de Arriba y el Molino de en Medio junto al despoblado de Gandul.
- La tala masiva de eucaliptos, acebuches, cornicabras y lentisco en la Dehesa Nueva, que además está rodeada por la cantera de Portland Valderrivas, lo que convierte a la Dehesa en materia prima para la cementera.
- La tala masiva del Pinar de Piedra Hincada (800 pinos y un eucaliptal entero)
Y dentro de la ciudad denuncian:
- La tala de los olmos de los pisos rosas para sustituirlos por naranjos
- Las podas a destiempo y sobre todo muy tardías de los árboles de todo el núcleo urbano, en plena época de nidificación.
- Los eucaliptos de gran tamaño cortados junto a la Guardería El Madroño.
- La tala gradual de pinos en la urbanización pinares de Oromana, permitiendo el vaciado casi completo de pinos en las parcelas a construir y sin aplicar la norma del nuestro PGOU por la que hay que reponer los pinos cortados.
- La tala de las tipuanas en el Callejón del Huerto.
Alwadi-ira recuerda los beneficios que supone la existencia de árboles en las ciudades y cita ello un dictamen sobre alimentación y agricultura de las Naciones Unidas: “Los grandes árboles de las ciudades son excelentes filtros para los contaminantes urbanos y las pequeñas partículas. Pasar tiempo cerca de los árboles mejora la salud física y mental aumentando los niveles de energía y la velocidad de recuperación, a la vez que descienden la presión arterial y el stress. Los árboles colocados de manera adecuada entorno a los edificios reducen las necesidades de aire acondicionado en un 30% y ahorran entre un 20% y un 50% de calefacción. Los árboles proporcionan hábitat, alimentos y protección a plantas y animales, aumentando la biodiversidad urbana”.
A todo ello añaden datos concretos como que un árbol de 50m2 de copa en un jardín urbano, puede tener una potencia de refrigeración de 11.3kw en el mes de agosto. Esta potencia equivale a 8 climatizadores de 1,5kw de potencia eléctrica dando servicio a 400m2 de un local cerrado. “A menos árboles, nuestros aires acondicionados naturales, más calor en la ciudad, más necesidad de aires acondicionados y más gasto eléctrico”.
Este colectivo ecologista no niega la necesidad de reparar el asfalto del Callejón del Huerto pero considera que siempre hay otras opciones “que no pasen por talar árboles con un porte importante y más de 20 ó 30 años”.
Para terminar afirman que “nos queda poco tiempo para revertir los efectos del cambio climático y es fundamental aplicar políticas de futuro donde el árbol no es un objeto y se quita o pone a gusto del gobernante de turno, sino que se considere, tal como es bien sabido, una de las soluciones a esta problemática. Debemos proteger los árboles que ya tenemos y plantar muchos más. De poco sirve además hacer campañas de plantación, si después no se hace un seguimiento de lo plantado y los árboles se secan”.
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