Quienes tienen en su mano la posibilidad de articular soluciones el centro, parecen no tener demasiado claro cuáles serían. Mucho diagnóstico y poca receta fue el resumen de las dos horas de conversación en el Hotel Oromana. Como muestra, nadie por ejemplo abordó la situación de la calle Nuestra Señora del Águila, abandonada a su suerte y que actualmente es una de las calles con peor dotación urbanística de la ciudad.  Nadie indicó si era partidario de la peatonalización o no de esta vía. Tampoco se plantearon propuestas concretas de reordenación de la circulación. Se pidieron más aparcamientos sin especificar donde o como gestionarlos o se lamentó reiteradamente la situación del comercio, sin que se propusieran medidas para revertir la situación como incentivos económicos, políticas de formación o el desarrollo de acciones comunes de promoción.

Entre las aportaciones puede citarse las realizadas por la portavoz de IU-AA María Fernández, que incidió en un problema clave y hasta ahora poco abordado: el centro necesita más población para poder ser un espacio vivo y vivido. Entre los proyectos, el delegado de Comercio Germán Terrón citó uno que puede resultar interesante y que corresponde con una de las propuestas que planteó Ciudadanos, la puesta en uso del antiguo mercado de abastos. Será la "Casa de la Juventud". En la planta alta del mercado, el gobierno local apuesta por crear un espacio para ceder a entidades juveniles y que puedan realizar actividades, también para artistas y creadores

Desde Ciudadanos se plantearon como propuestas además de la creación de la Casa de la Juventud en el antiguo mercado, una idea formulada ya hace años pero que nunca llegó a hacerse realidad, el uso de los solares vacíos del centro como aparcamientos. Se trataría de alcanzar acuerdos con los propietarios para ello y que la gestión correspondiera bien a los propios dueños o bien al Ayuntamiento. También citaron medidas en el plano de refuerzo de  los atractivos comerciales de la zona con una mejora de la imagen, la atracción de inversiones y una estrategia de comunicación adecuada.

Por el Partido Andalucista, la intervención corrió a cargo de Manuel Casado, quien aportó datos interesantes sobre la realidad de la población del centro, que sirven para explicar muchos de sus problemas. La población de la zona es de sólo 3.800 personas y de ellas hay más habitantes mayores de 60 años que menores de 30. A la lista de problemas también añadió la pérdida de identidad, la ausencia de tiendas que ejerzan como locomotoras de todo el sector o los problemas de tráfico y aparcamiento. Entre sus propuestas, citó algunas ideas ya formuladas y nunca llevadas a la práctica: usar el túnel del ferrocarril, abrir al tráfico las calles Sánchez Perrier y Jardinillos, acabar la ronda de circunvalación, impulsar el comercio local, poner en uso edificios municipales como la Casa Ybarra o Villa San José o recuperar urbanísticamente la zona del entorno de Santiago.

María Fernández de Izquierda Unida, ofreció la mejor exposición del debate por la claridad de ideas, y por lo didáctico de su exposición, si bien faltó en su argumentación el desarrollo de medidas concretas.  Considera que las decisiones políticas de los últimos años han favorecido el crecimiento de problemas en el centro. Es el caso de la apuesta municipal por los grandes centros comerciales en el extrarradio o por un crecimiento urbanístico en nuevas áreas, en lugar de ocupar los vacíos urbanos existentes. Todo ello, así como la falta de infraestructuras, explica María Fernández, que el centro no sea un lugar atractivo para que una pareja joven decida vivir en él. La consecuencia es que el índice de envejecimiento de la zona es del 200 por ciento. Fernández indicó que la primera vía para que sobrevivan los comercios de la zona es aumentar la población del entorno, incrementar la gente que puede comprar en estos establecimientos por su proximidad.

A juicio de la portavoz de Izquierda Unida no existe en las autoridades un interés por salvaguardar los edificios que tienen interés histórico y patrimonial y tampoco encuentra que las inversiones realizadas en los últimos años “hayan servido para nada más allá de cambiar el acerado y la estética”.  Según su criterio “la obra pública por la obra pública no es la solución” y realiza esta advertencia antes de que desarrolle un nuevo programa de inversiones de 2,5 millones que está contemplado en los fondos Edusi solicitados a Europa. Para María Fernández, el centro no tiene futuro mientras no crezca en población y en este sentido cree que deberían enfocarse las políticas municipales. Se trata, explica de dejar de abrir centros comerciales, de dejar de expandir la ciudad mientras el centro no esté lleno y de cohesionar el resto de la ciudad con zonas como los barrios del Castillo y las Corachas.

Para Jesica Garrote de Alcalá Puede “lo primero que necesita el centro es vida, que la gente de toda Alcalá baje al centro”. Para ello considera que se debe hacer más accesible con medidas como la creación de bolsas de aparcamiento. Pero también se debe, a su juicio favorecer el emprendimiento en la zona, para llenar los abundantes locales vacíos de la zona. En definitiva más negocios de todo tipo ya que “el perfil del centro no tiene que ser el lugar al que bajan las familias a comer, ni tampoco debe tener un perfil meramente turístico”.

La portavoz del PP, Carmen Rodríguez Hornillo estima que los problemas del centro parten de una falta de consenso en el diseño de las políticas que en él se han desarrollado y de la ausencia de visión global. Rodríguez Hornillo desgranó algunas propuestas para este espacio: la instalación de edificios oficiales como el conservatorio en el antiguo cuartel de la Guardia Civil o de un centro cívico en el antiguo mercado de abastos, así como mantener la escuela de idiomas en Villa San José. En cuanto a medidas comerciales la apuesta del PP es alcanzar convenios con empresas tractoras un plan para dar uso a solares no edificados. En conjunto Rodríguez Hornillo cree necesario y así lo presentará como propuesta de Pleno, realizar un plan director del centro que defina cómo actuar a través del trabajo de comisiones técnicas.

La última intervención correspondió al delegado del gobierno municipal Germán Terrón, responsable entre otras materias de Comercio y Turismo. Indicó que el centro es una de las prioridades del gobierno municipal y remitió la mayoría de las actuaciones a realizar a futuros planes que habrá que diseñar, uno de dinamización, cultural y comercio, otro de mejoras urbanísticas y accesibilidad y otro de dinamización comercial, sin que se definieran demasiadas actuaciones concretas. Entre ellas, rescató las viejas ideas de hacer accesible el molino de la Mina o de desarrollar el turismo en la ciudad basándose en el Castillo y el Parque.

Como acciones concretas indicó la intención municipal de poner en uso el antiguo mercado de abastos y su aparcamiento, realizar mejoras urbanas en calles como Orellana o fomentar el uso del aparcamiento de la calle Rafael Santos, una vez que en primavera el Ayuntamiento recupere la gestión del inmueble.