Este intercambio nació del interés que tiene este centro italiano por contactar con alumnos españoles para poder practicar el español y, de esta manera, ampliar los conocimientos en nuestro idioma, pues lo estudian como segunda lengua en su plan de estudios. Por esta razón, propusieron al centro alcalareño llevar a cabo un intercambio entre ambos alumnados, dado el interés que también supone para nosotros poder visitar una región de una riqueza patrimonial tan importante como la Toscana.

Los 17 alumnos que han realizado el intercambio pertenecen al 2º curso del Bachillerato de Humanidades: estudian Latín y Griego e Historia del Arte, razón por la cual la visita a esta región de Italia está más que justificada. Han sido acompañados por los profesores Antonio Ortiz y Fernando Santos. El estudio y conocimiento, que adquieren los alumnos de los períodos artísticos del Románico y Renacimiento, así como de los vestigios que del Arte Romano y Etrusco se hallan en esta región del norte de Italia, es enorme e impagable, explican desde el Cristóbal de Monroy. Han visitado las ciudades de Cecina, Pisa, Florencia, Lucca y Arezzo.

Además, supone el conocimiento de un nuevo idioma, razón por la cual, para que tengan un mínimo conocimiento de la lengua italiana, el profesor Antonio Ortiz impartió clases de italiano en los recreos los alumnos, lo que da una idea del compromiso tanto de los profesores que organizan la actividad como de los alumnados participantes.

Desde el día 12 al 19 de febrero ha tenido lugar la segunda parte del Intercambio. Los alumnos italianos han podido participar en varias actividades desarrolladas en el centro de Alcalá, como la clase de arte islámico preparada por varios de los alumnos, así como una conferencia acerca de cómo crear una empresa turística.

Durante una semana los alumnos italianos han conocido las ciudades más emblemáticas de Andalucía: Sevilla, Córdoba y Granada, y también han podido vivir el día a día de la ciudad de Alcalá y conocer la idiosincrasia y modos de vida de sus respectivas familias de acogida.

La experiencia no ha podido ser más gratificante, tal y como lo demuestran los comentarios de nuestros alumnos, así como de sus padres, y también por parte de los propios estudiantes y profesoras italianos, indican desde el centro.

Este intercambio supone un acicate para el desarrollo personal del alumnado, pues propicia que aumente su responsabilidad y su autonomía personal, así como el conocimiento en profundidad de un sistema de enseñanza diferente y de una sociedad muy parecida a la nuestra, pero con una diversidad e idiosincrasia propias, que la hacen muy atractiva para nuestro modo de vida. Los alumnos han conocido el centro italiano, han vivido con las familias en las casas de los alumnos italianos que les ha correspondido a cada uno, y posteriormente, los alumnos italianos fueron recibidos y alojados en las casas de los alumnos españoles. De esta manera, también aprenden a valorar mejor lo que tienen, tanto personal como académicamente, pues gozan de la oportunidad de comparar los medios, usos y costumbres con los que allí cuentan (infraestructuras, horarios, tiempo libre, la relación entre profesorado y alumnado, etc.) con los suyos propios.