Hace dos meses que unos delincuentes fijaron su objetivo en el almacén de bombonas de esta empresa, una instalación que existe en este punto desde los años 60. Desde marzo prácticamente un día sí y otro no, entran en el almacén y se llevan varias bombonas de butano que cargan en un vehículo. A lo largo de la noche dan varios viajes ya que el volumen de las bombonas les impide cargar muchas en cada ocasión. Hasta ahora suman  más de 300 sustraídas. Y no sólo es eso, también se han llevado maquinaría, gasoil de los vehículos de reparto y diversos efectos. Además de causar diversos destrozos. Tanto es así que los propietarios dejan los camiones abiertos para que no fuercen las cerraduras para llevarse efectos del interior de los vehículos donde no dejan nada de valor.  En una ocasión incluso los detuvo una patrulla de la Policía que pasaba por allí con uno de los camiones arrancado y cargado de bombonas para llevárselas. Aprovechando que uno de los conductores se había olvidado las llaves puestas estaban dispuestos a arrancar la puerta con el camión y salir cargados de bombonas.

Las cámaras de vigilancia que la empresa tiene instaladas demuestran que siempre son los mismos los autores de los robos, dos personas que saltan la tapia del almacén y desde allí sacan las bombonas que cargan en un vehículo. Para ello utilizan como punto intermedio el tejado de una casetilla que existe en el interior y desde ahí arrojan las bombonas al suelo en el exterior. La Policía los ha detenido ya dos veces, pero al día siguiente vuelven a salir a la calle. La segunda detención se produjo el pasado 30 de abril de madrugada. El día 1 ya estaban en la calle, fueron a recoger el coche que les habían requisado y el día 2 realizaron un nuevo robo.

A Cristóbal Calvente no la ha quedado más remedio que contratar vigilancia privada que está desde que cierran el sábado hasta el lunes por la mañana y todos los días durante la noche. En total más de dos mil euros le va a costar cada mes proteger su propiedad. También tiene pensado realizar obras para subir el muro del almacén e instalar alambradas sobre él. Pero, según cuenta, la Policía ya le ha advertido que es posible que en ese caso le hagan un butrón en el muro.

El gerente de la empresa afirma sentirse impotente ante la situación y afirma con desesperación que “o falla la ley o falla la interpretación de la ley, porque no puede ser que los detengan una y otra vez y vuelvan a salir a la calle para robar de nuevo, porque saben que no les va a pasar nada”.