El Castillo acogió varios días de rodaje y resulta una pieza clave en la serie. Se utilizó para recrear el Castillo de San Jorge de Sevilla, que era la sede de la Inquisición y que estaba junto al Puente de Triana. De él solo quedan los cimientos, que pueden verse en el Mercado de Triana. En el Castillo de Alcalá se escenifica la quema de varios herejes por la inquisición. Para ello se instaló el quemadero en el Patio de la Sima con las piras en las que arden luego los condenados. Además se emplea el espacio entre las murallas que comunica la Puerta Real con el Patio de la Sima como ámbito por el que pasan los condenados entre una multitud.

Otro escenario destacado también situado en Alcalá es la Hacienda de Martín Navarro. Aquí se sitúa la fábrica de añil del marido de Teresa, una de las protagonistas con más peso en la serie. Esta histórica consturcción, ejemplo de las haciendad de olivar de Sevilla tiene acceso desde la carretera que va de Alcalá a Mairena. Se llega a ella por un camino de cipreses y está rodeada de olivos y naranjos.

Es un edificio de gran interés, imponente en sus dimensiones, de traza muy regular y articulado en torno a un gran patio rectangular porticado y que en uno de sus flancos presenta dos alturas. Esta hacienda perteneció a la orden religiosa de la Merced, y alrededor de dicho patio se distribuían las estancias de este tipo de edificios: celdas, sala capitular y refectorio, almazara y capilla. Tiene una interesante fachada almenada con portada barroca con arco, pilastras y ático con campana. Aún se conserva la viga de madera de la almazara y el horno de pan.

La hacienda se adscribe al modelo tradicional consolidado con elementos del barroco urbano. Hay constancia de la construcción de un molino aceitero en la finca en 1711, si bien se desconoce la fecha exacta de la construcción de todo el conjunto.

Las grandes dimensiones han servido para recrear la fábrica de añil. Este es un tinte azul natural que resulta de los más caros de conseguir y que se extrae de una planta autóctona de sudamérica.

El rodaje también ha contado con escenarios de Gandul. Se ha aprovechado el antiguo camino que discurre por la aldea y en el que se conservan elementos como la antigua cárcel o la iglesia. Otra de las escenas se rodó en la antigua posada de Gandul, en cuyo interior, ya en ruinas, se produce un enterramiento.

Por último, una de las estancias del Castillo de Marchenilla se empleó para una escena de interior.