Un colegio de Sevilla ha realizado una visita a Roma en la que tenían previsto un encuentro con el Papa en la Plaza de San Pedro. Un grupo de niñas iba acompañada de sus madres para esta jornada tan especial. Entre ellas había una alcalareña, Blanca Gutiérrez que acompañaba a su hija. Con ella llevaba la caja de mantecados. Cuando el Papa se acercó a ellas se la ofrecieron. El Papa no suele aceptar este tipo de presentes por cuestiones de seguridad, pero cogió la caja y dejó está histórica imagen.

Los mantecados de Viena, son una de las especialidades de la Confitería San Joaquín. Un establecimiento fundado en 1946 por el abuelo del actual responasble del mismo Joaquín Bono. La fama de la confitería y de sus mantecados sobrepasa la frontera de Alcalá y es frecuente que le hagan encargos de los mismos desde el extranjero. Pero nunca habían tenido a un papa como uno de sus destinatarios.