Añade que esta actuación se ha producido “sin hacérmelo saber previamente, ni siquiera para intentar mediar en tan desagradable situación”. Benítez explica que esta situación le plantea un conflicto de intereses que la coloca “en una posición realmente delicada e incómoda”.

La edil dimisionaria considera que “este hecho, de por sí grave, justifica plenamente mi decisión y deja en un segundo plano el hecho de que yo no haya gozado de la confianza de la alcaldesa desde el momento en que tomé posesión de mi acta de concejal”.

Pilar Benítez reconoce que no comparte las actuales formas de gobernar Alcalá, “pero por responsabilidad y compromiso con mis vecinos me he mantenido en el cargo, ejerciendo de la mejor manera que he podido las competencias que se me han ido asignando”.

En su escrito además agradece la confianza de la agrupación socialistas de Alcalá por incluirla en las listas a los vecinos que la apoyaron, a los miembros de las corporaciones de las que ha formado parte y a los trabajadores del Ayunta