El caso, explican, es similar al de la calle Atilano de Acevedo, recientemente reurbanizada. Por ello los populares se preguntan si las diferencias sin justificar entre el proyecto y la obra final es una forma habitual de actuar del Ayuntamiento que se repite en todas las obras. A esta circunstancia suman la falta de información requerida sobre las actuaciones urbanísticas del gobierno municipal y la falta de convocatoria de una comisión específica para aclarar la cuestión que aprobó el Pleno a propuesta del PP. Por ello han puesto en conocimiento de la Fiscalía el informe técnico con el que avalan los incumplimientos del proyecto en Mar Mediterráneo como ya hicieron con la calle Atilano de Acevedo. Los ediles del PP consideran necesario dirimir responsabilidades frente a dos casos en los que puede existir una "malversación" de fondos públicos, así como una "dejación de la función de control de las obras" por parte del gobierno municipal.

Entre las diferencias del proyecto a lo que puede verse en la calle figuran por ejemplo los puntos de luz. Estaba previsto desmontar las cuatro existentes repararlas, realizar una nueva acometida eléctrica subterránea y colocar tres farolas más. La realidad es que sólo están las cuatro antiguas, que no han sido desmontadas.

También se planteaba la reparación de 11 bancos de hormigón. Han desaparecido. Y la instalación de otros tantos de madera, pero sólo hay ocho. Las papeleras del proyecto son de acero galvanizado, las que se han puesto son de cemento, más baratas.

Los concejales del PP explican que en materia de jardinería ocurre algo muy similar a lo que pasó en Atilano de Acevedo. El número de metros cuadrados de césped del proyecto era de 1.900 y en la realidad se han colocad unos 500. Se planteó la siembra de 21 plátanos orientales, que no se han sembrado. Es cierto que los vecinos pidieron que no se empleara esa especie por los problemas de alergia que generan, pero no se han sustituido por otros que era lo que planteaban los vecinos. Faltan además otros seis árboles. En los que se han sembrado, como en la obra anterior, se aprecia un diámetro mucho menor al que figura en el proyecto. Árboles que por su estado de crecimiento cuestan 31 euros en lugar de ejemplares más grandes que valen 161 euros. El estudio cita además la mala calidad de los árboles sembrados, varios de ellos torcidos y mal formados. De hecho ya hay al menos tres que se han secado. El informe cita literalmente “no alcanzando a comprender como el servicio de parques y jardines no ha dado por buenas las plantaciones”.

El procedimiento de adjudicación que puso en alerta al PP coincide con el de Atilano de Acevedo, también negociado sin publicidad, por invitación a varias empresas y la oferta de la empresa que finalmente se hizo con él (distinta a la de la obra de la otra calle) aplica todas las mejoras propuestas por el Ayuntamiento, hasta cinco, sobre el proyecto. Estas mejoras tienen un valor de más de 50.000 euros en una obra cuyo presupuesto inicial es de 170.000 euros. Además la empresa se compromete a realizar el mantenimiento de la jardinería durante seis meses por valor de 15.458 euros. En total, la concesionaria presenta una oferta económica de 103.943 euros sobre un presupuesto inicial de 170.000 euros.

A todo ello se añade el mal estado de la zona que evidencia la falta de mantenimiento. El césped se ha convertido en una plantación de malas hierbas, en la zona de arena para los juegos infantiles hay varias partes en las que se ha levantado la base sobre la que se asienta, hay árboles secos y juegos destrozados.