Este brillante alumno del Monroy dice que la clave del éxito es la organización: un horario de estudio diario de 3 a 5 horas. Le resultó más difícil 1º de Bachillerato (obsesionado con las notas) que 2º en el que ha obtenido diez en todas las materias. La dedicación y el esfuerzo diario han sido la base de un estudio metódico tanto en el instituto como en la preparación de las pruebas en las que, preocupado por las materias con mayor carga teórica, las estudiaba primero y después Matemáticas y Químicas con las que expone que se relajaba, en estas materias ha obtenido una calificación de diez. Los días previos a los exámenes los vivió con mucha tensión, apenas durmió la noche anterior. Sin embargo, llegado el momento de los exámenes disfrutó haciéndolos.

Le gusta ayudar a los demás, el mundo cofrade, es hermano de San Mateo, Cautivo y San Pablo (Sevilla). Precisamente, viendo el Corpus en Sevilla le llegó vía SMS la calificación de las pruebas. Tanto Iván como su familia se sienten muy contentos, están saboreando este momento tan feliz como fruto del esfuerzo de Iván. Ahora, Iván espera disfrutar del que va a ser su mejor verano. Piensa viajar, estar con sus amigos, descansar en la playa y aprovechar para sacarse el carnet de conducir. No obstante, como buen compañero, tiene un sabor agridulce cuando piensa en algunos amigos que compartían el mismo sueño y no lo han logrado. Considera injusto el modelo de acceso, pues en tres días no puede evaluarse el trabajo de años.

Además, Iván ha participado en la convocatoria de la Consejería de Educación al Premio Extraordinario de Bachillerato, junto con otros once compañeros más del Instituto, que se examinaron el pasado día 25 de junio y está pendiente de los resultados. También ha aprovechado estos días para presentarse a la convocatoria del Delf en Francés y lo ha obtenido con éxito.

Iván es un chico responsable y apasionado por el estudio desde el colegio; estudió infantil y primaria en el CEIP Silos, en esos primeros años pasó por querer ser astronauta, arquitecto hasta que claramente se decidió por Medicina y centró todos sus esfuerzos en lograr acceder a una carrera para la que la nota de corte deja fuera cada año a muchos estudiantes. No es el caso de Iván, que rozando casi la perfección, ha logrado su sueño, “se puede si se quiere” nos dice.