Unas setenta personas han participado en esta iniciativa que llevó a los asistentes primero por la margen izquierda del río Guadaíra desde el molino de La Tapada hasta el molino de la Aceña, para volver por la orilla contraria.

Ejerció de guía José Antonio Benítez, que completó la observación de la fauna avícola sobre el terreno con explicaciones, fotografías y grabaciones de cantos de diversas especies. Más de 150 tienen su hábitat en el entorno  de la ribera de este río. Aves como el zampullín, el ruiseñor bastardo, el pico picapino, la garza real, el petirrojo, el herrerillo, el agateador común, el pájaros moscón, el verdecillo, la oropéndola componen un hermoso conjunto de vida que anima los paisajes del río. A lo largo del recorrido se fueron desgranando comentarios y datos sobre sus comportamientos, ciclo vital o las amenazas que sufren como las aves invasoras.

El recorrido también sirvió para adentrar a muchos de sus participantes en el conocimiento del río Guadaíra. En sus hermosos paisajes, pero también en las agresiones que padece como los vertidos o los residuos que afloran desde varias bocas del colector de aguas que discurre en paralelo  a él y que se encuentra en mal estado de conservación.