El objetivo de la Terapia de pareja es la intervención en cada una de las personas que componen la diada. Así, se busca mejorar sus habilidades de comunicación y solución de problemas cuando la pareja ha decidido mejorarlas o aprenderlas.

Existen falsas expectativas acerca de la pareja que en muchas ocasiones son la base de los problemas que aparecen en la misma.

Algunos de estos mitos son:

-          Nuestro amor (romance y excitación) continuará sin disminuir a lo largo del tiempo.

-          Mi pareja debería ser capaz de anticipar mis pensamientos, sentimientos y necesidades.

-          Si de verdad me quiere debería de satisfacer todas mis necesidades y deseos.

-          Amor significa estar en todo momento juntos, etc...

No podemos obviar que  la vida de pareja está llena de satisfacciones,  pero también de situaciones problemáticas que superar. El amor es necesario, pero no suficiente para hacer que los miembros de la pareja sean felices. En una pareja tiene que darse un ajuste de la relación mediante la negociación, siendo la función principal del terapeuta de pareja ayudar a conseguir ese ajuste.

El trabajo que se realiza en terapia es aprender las habilidades necesarias para superar la crisis en la que esté sumida la pareja y hacerles capaces de superar con éxito posibles crisis futuras.

Cuando una pareja acude a la consulta de una terapeuta de pareja tiene que tener claro que existe un trabajo y esfuerzo a realizar por cada una de las partes; y tienen que venir con la actitud positiva de querer cambiar para conseguir resolver sus problemas y que la relación llegue  a buen “puerto”.

Nuestra localidad, Alcalá de Guadaira, no iba a ser distinta a otras localidades de nuestro país, por eso cada vez es más frecuente tener parientes y amistades que deciden poner fin a su matrimonio.

Desde nuestra experiencia, es imprescindible que para que la pareja continúe exista AMOR entre ellos, y que además estén dispuestos a luchar por su vida en común.

Desde Grupo DICTEA, y desde la Terapia de pareja, existe una premisa básica para poder iniciar la terapia: no deben existir terceras personas en la relación (al menos, en el momento de la intervención psicológica). Además, siempre tienen que tener presente los miembros de la diada, y así se lo hacemos saber, que la actitud correcta es: voy a cambiar yo, voy a poner todo de mi parte.

Es esencial, ya que muchas personas llegan a consulta con la postura de “yo no cambio que estoy harto/a, que cambie el otro”.

Realmente, y llevamos 13 años trabajando en ello,  la Terapia de pareja es efectiva. Pero sin olvidar que los miembros deben venir: con amor, con voluntad de cambio y con ganas de “salvar” su matrimonio. 

Rosa Mª Rodríguez del Tronco.

Psicóloga de Grupo DICTEA.

www.dictea.es