A media mañana de este viernes, el Ayuntamiento ha paralizado la obra y ha elevado informe a la delegación provincial de Cultura de la aparición de restos de huesos humanos. Ahora se realizará un control arqueológico de urgencia, se realizará un proyecto y la obra continuará cuando lo autorice la Junta, ya con la vigilancia constante de un arqueólogo que valorará los restos que pudieran ir apareciendo. Será Emasesa, responsable de la obra, quien asuma el gasto que supone la presencia de este profesional.La obra ha sido cubierta para dificultar el acceso a la misma.

La actuación por parte de las autoridades locales, no se ha producido hasta que dos medios de comunicación han reflejado el hallazgo. El Gobierno local reconoce que no ha tenido constancia de la existencia de restos óseos hasta la mañana de este viernes.A lo largo del miércoles aparecieron los primeros huesos humanos, según constata un arqueólogo que vive en el entorno. Durante todo el jueves se removió tierra en la zona sin ningún control y se destruyeron huesos.

Una vez publicada la noticia,  en la mañana del viernes, el Ayuntamiento envió a la obra al arqueólogo con el que suele trabajar desde hace años, Enrique Domínguez, que constató la presencia de huesos e inició el proceso administrativo de paralización de la obra.

A pesar de ser una zona sensible desde el punto de vista patrimonial por su proximidad a la iglesia de Santiago, no ha existido ningún control arqueológico hasta esta misma mañana y los operarios no han avisado de la presencia de los huesos que eran visibles a simple vista al menos desde el miércoles, según constata un arqueólogo que vive en el entorno y que por cuenta propia ha seguido la evolución de las obras.

En cualquier caso, muchos de los huesos ya han desaparecido, machacados por la maquinaria y retirados por los operarios en las cubas en las que se llevaban la tierra. De hecho, los restos que aparecen en las imágenes publicadas por Guadaíra Información ya no están en la zona.

Una primera valoración del hallazgo que hace la delegación municipal de Cultura es que podríamos estar ante un cementerio asociado a la parroquia de Santiago y cuya antigüedad podría remontarse entre el siglo XVI y el XVIII. Según afirman su extensión sería bastante importante y el número de cuerpos abundante. El depósito de los cadáveres se realizó en dos estratos.