En su propia casa tenía 20 plantas de marihuana, además de 18 gramos de hachís y de manuales y diversos útiles para el cultivo de la droga. Las plantas alcanzaban los dos metros de altura y las hojas de las mismas una vez recolectadas pesaron casi 30 kilos. Cada una de las plantas incluso tenía una etiqueta con un nombre, lo que hace pesar que estaba preparada para su venta.

 La Policía inició una investigación tras tener conocimiento de la plantación en el patio de una vivienda. Al mismo tiempo que certificaron la existencia de un gran número de plantas de gran altura, los agentes realizaron un control de los movimientos del propietario de la vivienda y comprobaron que realizaba ventas de marihuana en Alcalá.

Los agentes procedieron entonces a la entrada y el registro en el domicilio tras obtener la correspondiente orden judicial, con el resultado de la detención de una persona por un presunto delito contra la salud pública. El detenido, que no contaba con antecedentes policiales previos,  ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial.