El punto de partida lo marcan tres partidos: Izquierda Unida-Alternativa Alcalareña (3 concejales), Partido Andalucista (2 concejales) y dos ediles de Alcalá Puede que permanecen en Podemos. Ellos plantearon la posibilidad de un acuerdo para desalojar al PSOE de la alcaldía, antes incluso de la marcha de Limones. Necesitaban los votos de Partido Popular y Ciudadanos y se iniciaron las conversaciones.

La “cumbre” tuvo lugar el domingo por la tarde. Los trece concejales que tienen posibilidad de configurar un gobierno distinto al del PSOE se sentaron en la misma mesa. Mucho que hablar, en gran parte por la disparidad ideológica de las formaciones.

En común, el convencimiento de que el Ayuntamiento necesita una regeneración y el rechazo frontal a los indicios de corrupción que investigan los jueces. Con muchas coincidencias alrededor de las medidas esenciales a llevar a cabo en los tres años que restan hasta las elecciones en el caso de llegar al poder. Hasta en un 90 por ciento de las medidas afirman estar de acuerdo.

Las diferencias están en ver como se articula un gobierno con cinco partidos en el que el arco ideológico va desde el PP hasta Podemos y, claro en poner nombre a la persona que ocuparía la alcaldía. Estos elementos no quedaron resueltos en el cónclave del domingo. Pero quedaron en seguir hablando.

Aquí entra un elemento exógeno. A la secretaria del PP de Andalucía, Dolores López, le preguntan en una rueda de prensa convocada para otra cuestión por la situación de Alcalá y por la posibilidad de que el PP entre en un gobierno con Podemos. La dirigente popular tira de manual e indica que el PP no entrará nunca en un ejecutivo con Podemos. Sus declaraciones no están consensuadas con los concejales de Alcalá.

Ha dinamitado la negociación, parece que ya no tiene arreglo. Pero nadie quiere dar un portazo. IU, PA y los dos ediles de Alcalá Puede emiten un comunicado en el que piden al PP de Alcalá que se desligue de sus dirigentes y se mantenga en las conversaciones.  Aunque introducen un elementos de presión al PP. Apelan a la conciencia de sus concejales  y les piden que decidan entre “un gobierno de cambio para Alcalá o dejar al PSOE tras 40 años”.

El PP de Alcalá encuentra una alternativa. Una contraoferta que evite incumplir con los preceptos de su partido, que no los saque de la negociación y que no haga recaer sobre ellos la responsabilidad del fracaso del pacto. El PP por primera vez formula una opción: un gobierno formado por los cinco concejales del PP, los dos del PA y la edil de Ciudadanos. Un gobierno con ocho concejales sin IU ni Alcalá Puede. Pero necesitan los votos de estas que estas dos últimas formaciones, que deberían apoyar un proyecto en el que no entrarían.

Con esta situación finaliza la jornada. El martes tendrá lugar el pleno de renuncia de Gutiérrez Limones, muy pronto debe convocarse la sesión de nombramiento. Hasta entonces tienen de plazo para continuar con las negociaciones entre la oposición cuyo resultado a día de hoy resulta impredecible.