La sorpresa se produce primero porque en el último episodio de lluvia, su intensidad no fue elevada en proporción al agua que corría por la calle y segundo porque la obra realizada colmataba el diseño general para evitar las inundaciones en la zona centro. Los responsables del gobierno municipal, explican que en la propia Emasesa están preocupados con una situación que persiste y que creían haber resuelto con las últimas obras. 

El problema parece estar localizado en la zona de la Plaza del Paraíso. El tanque de tormentas que forma parte del mismo sistema para aliviar parte del agua que corre desde las zonas altas de la ciudad al centro en funcionamiento por primera vez el pasado 22 de octubre. Funcionó bien e hizo una aportación importante para evitar problemas más abajo. Según los responsables municipales, con el volumen de agua caída el 22 de octubre y que fue de 112 litros por metro cuadrado es muy posible que hubiera habido problemas en la Plaza de la Almazara de no haber funcionado el tanque de tormentas.

Eso sí hubo un problema en las conexiones, ya que la presión del agua que llegaba al tanque hizo levanta el asfalto. Emasesa trabaja también en la solución de este problema que parece tener localizado y que tiene una solución no demasiado compleja.

Pero en la Plaza del Paraíso, no saben que ocurre. Hay un elemento que puede causar distorsión en el funcionamiento. Se trata de la presencia de una instalación de telefónica que está enterrada y que podría entorpecer la circulación de aguas. Es una de las cuestiones que se estudia.

La alcaldesa Ana Isabel Jiménez, ha pedido personalmente un diagnóstico y posibles soluciones a los responsables de Emasesa y desde el gobierno pedirán que si es necesario realizar alguna obra más que se haga. En cualquier caso está prevista una obra más en el entorno, en la calle Atilano de Acevedo, con la ampliación de la capacidad del sistema de evacuación de aguas.