Desde esta formación afirman que se han utilizado las instituciones públicas para la promoción y el apoyo de la ideología de un colectivo concreto, empleando recursos y espacios públicos, así como dinero de las arcas municipales.

En su argumentación esgrimen desde Vox que las actividades en lugares públicos relacionadas con esta celebración "vulneran los derechos de los ciudadanos que no comparten dicha ideología, la cual en contra de las manifestaciones públicas que divulgan no suponen una defensa de la igualdad de derechos, sino la imposición de una ideología a la totalidad de la población, lo cual sí supone un atentado contra la igualdad de todos los ciudadanos ante las instituciones públicas".

Los concejales de Vox exigen la retirada de toda la simbología representativa del movimiento LGTBI en espacios públicos. Piden que se retire la bandera que identifica a este colectivo y que se reponga la bandera oficial preexistente "y que representa a toda la población de Alcalá sin discriminación por razón ideológica, sexo o cualquier otra, como exige el mandato constitucional recogido en la Carta Magna".

Igualmente piden la dación de cuentas del dinero y recursos municipales invertidos en estas actividades y que "se depuren las responsabilidades de los  representantes públicos que hayan contribuido a llevar a cabo este tipo de acciones administrativas, poniendo al servicio de intereses ideológicos privados los recursos públicos de todos los vecinos de Alcalá".