Tras ponerse en contacto con los propietarios del inmueble, la delegada de Patrimonio del Consistorio, María Ángeles Ballesteros, ha confirmado que la familia no tiene nada que ver con la falta de azulejos en el muro y que además ha interpuesto una denuncia a la policía por acto vandálico y está concretando con profesionales la restauración y conservación de dicho muro.
Desde Patrimonio se apunta que efectivamente se trata de una pieza que luce un recubrimiento cerámico del siglo pasado y que está sobre un muro de tapial que se ha ido deteriorando. El recubrimiento sufrió sobre todo con la última reforma de La Plazuela. Tras la actuación de maquinaria en este punto la zona baja del muro comenzó a abombarse y debido a ello se han desprendido los azulejos. El Ayuntamiento indica que el motivo de que se hayan descarnado son "los cambios bruscos de temperatura".
Los gestores de la tienda de Tejidos Marín, que ya ha cerrado por jubilación, han recogido algunos de los azulejos desprendidos. Pero otros han sido objeto de vandalismo y expoliados. La situación de deterioro actual hace temer nuevos desprendimiento de este valioso conjunto.
El Ayuntamiento a través de la delegación de Patrimonio ha indicado que los propietarios tienen "buena disposición" para intervenir en su restauración.
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