Rechazan la posibilidad de trasladarse a la planta que la empresa tiene en Granada y consideran que la factoría de Alcalá es viable. El traslado es una solución traumática para la mayoría de ellos. Un 60 por ciento de la plantilla tiene más de 50 años.

Pero además, explican que la empresa ha recibido en los últimos años importantes ayudas económicas por parte de la Junta de Andalucía para la modernización de sus instalaciones realizada en los últimos años. El comité de empresa manifestó en la reunión mantenida esta mañana con los partidos políticos de Alcalá, que tiene constatadas ayudas al menos por 6 millones de euros. Pero creen que pueden haber sido de mucho más, alrededor de 18 millones de euros estiman y afirman que la entrada de las  mismas se ha producido hasta fechas recientes.

A la luz de estos datos, el PP ha anunciado que formular una pregunta en el Parlamento Andaluz sobre estas ayudas y las contraprestaciones exigidas a la empresa a cambio de su concesión.

Por el momento solo hay incertidumbre sobre el futuro de los 70 trabajadores, a los que la empresa no ha planteado aún condiciones concretas, ya que no se han sentado a negociar aún. Además de estos puestos de trabajo directos, estiman que hay otros cien empleos indirectos que se perderán con el cierre de la planta.