El proyecto que quieren implementar consiste en un cambio en el material utilizado para la producción de energía con la que se fabrica el cemento. El proceso consiste en el aprovechamiento de residuos no peligrosos, inicialmente destinados a su depósito en vertedero, para ser utilizados como combustibles alternativos que sustituyan parcialmente al ya empleado en la producción del cemento (coque de petróleo), con la particularidad de que este combustible alternativo es un material que viene ya preparado de gestoras de residuos que existen actualmente en la localidad y que lo suministran a otros fábricas que valorizan en Andalucía. La intención es sustituir un 30 por ciento de los combustibles fósiles por esta nueva fórmula. Según aclaran desde Portland, los residuos que se emplearán estarán previamente seleccionados para garantizar que no haya ningún elemento contaminante.

El resultado es que se reducen costes, de forma que la planta gana en competitividad y mejora su viabilidad. Para la factoría de Alcalá, el proyecto busca poder competir en igualdad de condiciones con el sector. La valoración energética de residuos no es nueva. Está implantada en Europa y en España desde hace más de 30 años  y actualmente el 90 por ciento de las cementeras nacionales cuentan con permiso para realizarla.

El director de la fábrica Miguel Ángel Martínez, explica que el consumo interno de cemento ha bajado un 85 por ciento en Andalucía, por lo que clave para su supervivencia está en la exportación. Para ello necesitan reducir costes, máxime teniendo en cuenta que los gastos de transporte de la planta de Alcalá son más elevados que en otros casos debido a que tienen que llevar su producto hasta el puerto de Huelva para enviarlo fuera.

En la planta de Alcalá trabajan actualmente 200 personas de forma directa. La intención de la empresa matriz es invertir y asegurar el futuro de planta, explican, pero también resaltan que en el caso de no poder reducir costes y quedaría comprometido el futuro de la plantilla. El Comité de Empresa ha mostrado su apoyo al proyecto ya que estima que es la fórmula para garantizar el empleo en la planta.

Cementos Portland cuenta con todas las autorizaciones para poner en marcha la iniciativa por parte de la Junta de Andalucía desde septiembre de 2014, pero está a expensas de la licencia municipal. El Pleno del Ayuntamiento de Alcalá, que este jueves debatirá la posibilidad de modificar el PGOU de forma específica para impedir el desarrollo del proyecto.

Para la Federación de Industriales y Comerciantes de Alcalá (FICA) una actuación por parte del Ayuntamiento que impidiera su desarrollo podría conculcar el derecho de la empresa, ya que iría en contra de una norma de rango superior, como es la dictada por la Junta y porque se trataría de una modificación de la normativa urbanística realizada para un caso específico.

La inversión para desarrollar el proyecto es de dos millones de euros. La empresa está preparada para iniciar las obras y en nueve meses podría estar funcionando. En este tiempo se generarían 50 puestos de trabajo.