El nombre de nuestro aceite, del aceite de Alcalá es Vega Oliva y responde a la ubicación de la finca en la que toman forma las aceitunas manzanillas con las que se elabora un producto excelente y que ya ha recibido alguna que otra distinción. Una de ellas destaca el valor de una producción ecológica en un espacio integrado plenamente en un área metropolitana.

Antes de probar el aceite, hay algo que lo distingue, la producción de esta finca es totalmente ecológica y la agricultura que en ella se desarrolla fomenta la conservación del entorno, con modelos tradicionales y con prácticas que eliminan los procesos que perjudican al medio ambiente. Todo ello con la mentalidad de cuidar las aceitunas conscientes del oro líquido que guardan en su interior. Para ello se cogen a mano, de ahí al macaco; en el campo instalan mesas de trabajo para hacer una primera selección y luego a la caja para trasladarlas con mimo y que no sufran. Como explica Juan Hurtado, “estamos recogiendo frutas y como tal hay que tratarlas”. El cuidado sigue en la almazara, donde el director del proyecto vigila todo el proceso para rematar la hermosa faena que inició en el campo. Aquí lo que importa es la calidad.

Los números lo evidencian. Se emplean 13 kilos de aceitunas para obtener un litro de aceite. Todos los pasos se realizan bajo la supervisión del Servicio de Certificación C.A.A.E. (Comité Andaluz de Agricultura Ecológica). La mentalidad ecológica les hace por ejemplo llevar los restos de poda a los ganaderos del entorno y obtener de ellos el estiércol para abonar.

Una vez que se ha probado el aceite, se comprueba que los argumentos puestos en su producción han dado resultado. Un aceite excelente, pleno de sabor, cargado de notas y de matices. Un producto de primera, que ya está en el mercado, cuidadosamente envasado para preservar sus propiedades. En Alcalá, ya puede adquirirse en Servibar y en Sentidos en la calle Mairena.

Para Juan Hurtado se trata de “una apuesta por la agricultura verde, con la intención de que Alcalá que ya es conocida por su tradición panadera, también lo sea ahora por su aceite”.

La presentación oficial del producto tuvo lugar en la cafetería El Mirador, en un acto que contó con la participación del actor Cesáreo Estebanez que recitó unos versos de alabanza al aceite, el presidente de FICA, Carlos García, el presidente del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica, Francisco Casero y la Directora del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de Producción Ecológica del Centro de Cabra, IFAPA, Brígida Jiménez.

Además de conocer el producto en concreto, su presentación se convirtió en un alegado en defensa a nuestro aceite de oliva virgen extra y en una encendida defensa de las posibilidades económicas que encierra la producción ecológica de virgen extra. Y ello por el gigantesco mercado con que cuenta, tanto en España, donde el consumo de virgen extra no es tan elevado como se podría pensar; como en el resto del mundo.

Francisco Casero, se refirió a la iniciativa de Vega Alcor, como “el camino correcto a seguir a la hora de trabajar en la agricultura con vistas al futuro, porque aquí se está creando valor añadido, que es lo que necesita Andalucía”. Y cita un dato revelador del potencial del sector: sólo el 24 por ciento del aceite andaluz se vende envasado. En el caso de Alcalá, ninguno de los frutos de sus olivares se vende como aceite, sino que se recogen y se vende directamente la aceituna.

Por su parte, Brígida Jiménez resaltó en una cata del aceite sus propiedades y resaltó que “tenemos que producir aceite y no aceitunas como ahora hacemos en Andalucía y comercializar mejor nuestro producto”.

El presidente de FICA, Carlos García llamó la atención, sobre la ilusión de Juan Hurtado creador del proyecto y su valentía a la hora de asumir este reto, ya que su ámbito profesional poco tiene que ver con la agricultura, según García, “esto es un ejemplo de innovación, porque innovar no tiene porque ser siempre inventar, puede ser también hacer las cosas de modo diferente”.