Fue una jornada de convivencia en el Parque de María Luisa y Plaza de España donde los niños pudieron disfrutar del marco incomparable que brindan la conjunción de ambos espacios urbanos y que constituyen el “sueño romántico” de la capital hispalense, así como el símbolo universal de la Exposición Iberoamericana de 1929 que supone la obra arquitectónica de Aníbal González.

La intensa jornada finalizó con visita al Acuario de Sevilla, donde los chavales disfrutaron además de la “Ruta de Magallanes” a través de los océanos y del espectáculo del nado de tiburones y de otras especies acuáticas, de la realización de actividades en los talleres educativos del recinto del acuario. 

Jornada intensa y festiva para este grupo de niños en la que pudieron disfrutar de magníficas experiencias que perduran para siempre en la memoria infantil, como dar de comer a las palomas de la Plaza de América, visitar los espacios dedicados a las distintas provincias de España o comer en los merenderos del parque de María Luisa; además de recibir pautas de conducta y comportamiento que sin duda redundarán en su desarrollo y crecimiento.