En los últimos días hemos conocido por las redes sociales y la prensa local el lamentable estado de abandono en el que se encuentra el antiguo mercado de abastos situado en la calle Madueño de los Aires y clausurado en el año 2.010. Por las fotografías que han circulado es evidente que su deterioro se debe a la falta de uso y mantenimiento, que podría derivar en daños mayores a nivel estructural, circunstancia a la que hay que añadir los episodios continuados de expolio de sus elementos interiores que en los últimos años se han venido sucediendo. Por este motivo, sería trascendental su reparación y su nueva puesta en funcionamiento.

Su ubicación dentro del casco histórico y su valor etnográfico le dotan de especial interés y un gran potencial para convertirse en punto de encuentro social y generador de iniciativas culturales y comerciales. Sus características funcionales son propicias para convertirlo en un nuevo Ágora que revitalizaría el centro, reutilizando su estructura como un gran espacio público cubierto y flexible que permitiera en su interior una amplia diversidad de actividades temporales, desde pequeñas ferias de muestras empresariales, pases de moda, mercadillos o simplemente un lugar en el que estar o pasar, todo esto compatible con otras iniciativas de un carácter más permanente como talleres y comercios para artesanos, sedes sociales de asociaciones o espacios de creación para artistas plásticos y desarrolladores digitales.

Es también importante este edificio a nivel patrimonial al tratarse de un singular ejemplo de la arquitectura racionalista. El proyecto del antiguo mercado de abastos data de 1.962 y es obra de Joaquín Barquín y Barón, que junto a su hermano, el también arquitecto Fernando Barquín y Barón, son dos figuras claves de la arquitectura racionalista sevillana. Se inauguró en 1.965 y ocupa una superficie de 1800 m2, contando en su origen con dos plantas que se adaptaban al desnivel de las calles. Su interior se organizaba en torno a un gran patio central en doble altura cubierto. En los últimos años de los ochenta tuvo una reforma sustancial que le dio su configuración actual. Se colmató el vacío del patio central dejando todo el mercado en una sola planta, trasladándose los puestos inferiores a la planta superior. La planta baja se habilitó como aparcamiento que sobrevivió al propio mercado tras su clausura durante un tiempo y que terminó cerrando igualmente.

Los hermanos Barquín y Barón desarrollaron su labor profesional desde los años cuarenta del siglo XX hasta su muerte, siendo especialmente notable su intervención en la realización de viviendas sociales –que se cuentan en más de 20.000- tanto en Cádiz y Sevilla, donde desarrollaron su obra. No obstante, la arquitectura escolar, religiosa, industrial y comercial llevada a cabo por ellos forma parte de nuestro patrimonio arquitectónico y muchas de sus obras se encuentran catalogadas dentro de la fundación DOCOMOMO (Documentación y Conservación de la Arquitectura y Urbanismo del Movimiento Moderno). Entre sus obras más destacadas se encuentran edificios como el Colegio de los Padres Blancos, el Seminario Menor del Sagrado Corazón de Jesús y N.S. de Belén en Pilas, las Irlandesas de Castilleja de la Cuesta, la Plaza del Cabildo de Sevilla, la reforma y restauración de la Plaza de Toros de Sevilla o la Sede del Banco de Andalucía. En Alcalá de Guadaíra es también obra de los hermanos Barquín la barriada de los Toreros y la Iglesia de San Agustín. La actual revisión en trámite del PGOU pretendía incorporar el antiguo mercado  dentro del Catálogo de Edificios protegidos con el nivel 2 que entre sus propuestas planteaba su inclusión en el Catálogo General de Patrimonio Histórico de Andalucía.

Este edificio merece una oportunidad, convertirlo en un Ágora, término por el que se designaba en la Antigua Grecia a la plaza de las ciudades-estado griegas (polis): un espacio abierto, centro del comercio (mercado), de la cultura y la política de la vida social de los griegos, rodeada por los edificios privados y públicos más importantes, como las stoas (pórticos columnados), pritaneos (oficinas administrativas), bouleterión (edificio para las reuniones de la boulé) y balaneia (baños).