La propuesta surge a raíz del resultado de la experiencia desarrollada en el yacimiento romano de "Las Majaíllas" en el que han participado alumnos universitarios junto a la empresa responsable de la excavación, con muy buen resultado. Se trataría ahora de crear un campus continuado de prácticas para estudiantes de arqueología, del que se beneficiarían tanto los participantes, como el Ayuntamiento que podría de esta forma profundizar en el conocimiento de este espacio y acometer de forma al menos parcial, el estudio del gigantesco yacimiento.

Este sería uno de los usos que plantea la administración local, pero también avanza que habrá otros como  la definición de espacios en los que se podrían realizar visitas guiadas. En este sentido ya se han realizado algunas experiencias a través de empresas privadas.

Según el alcalde de Alcalá, Antonio Gutiérrez Limones, "Gandul es una zona amplia con grandes posibilidades, hay espacios para ser protegidos, otros para ser estudiados y otros se pueden poner en valor para el ciudadano a través del conocimiento y el ocio".

La recuperación y aprovechamiento turístico de Gandul es una de las viejas aspiraciones de Alcalá en materia patrimonial. En este sentido, el Ayuntamiento y la Junta quieren articular un conjunto de actuaciones bajo la declaración del conjunto como Zona Patrimonial que englobaría parte de los términos de Alcalá y de Mairena del Alcor. Actualmente el expediente se encuentra en manos de la consejería de Cultura. Ya está realizada la documentación técnica para la declaración que incluye una carta patrimonial del área que supone la catalogación de los yacimientos arqueológicos, los elementos de interés arquitectónico y etnológico, la relación de especies vegetales y animales y un catálogo de paisajes. En la línea de actuaciones previas también se ha llevado a cabo la recuperación de elementos de interés arqueológico como la Cueva del Vaquero o el Tholos de las Canteras.

Gandul abarca un área de unas 800 hectáreas de las que 400 son propiedad del Marquesado, otras 300 dependen el Ministerio de Defensa, y las 100 restantes son parcelas de  propietarios privados. Además existe una red de caminos históricos de titularidad pública que incluyen el antiguo trazado del ferrocarril de Los Alcores, que en su día se planteó convertir en vía verde.

Por ahora la intervención más reciente ha sido la llevada a cabo en el yacimiento de Las Majadillas. Se trata de la Se trata de la primera vez en 30 años que se acometen excavaciones sistemáticas en el área de Gandul, exceptuando los trabajos puntuales realizados sobre la Cueva del Vaquero en 2009. El yacimiento fue documentado por primera vez en 2010 tras su descubrimiento ciudadano a consecuencia de las escorrentías provocadas por las fuertes lluvias.

La intervención comprendió dos actuaciones diferenciadas, una primera fase de investigación arqueológica, y posteriormente una segunda fase de recuperación y adecuación del tramo de camino público que discurre sobre el yacimiento.

La fase de excavación permitió identificar varios espacios con distinta funcionalidad, incluyendo una zona de enterramientos bajo tégula (en torno al siglo II/III d.C.), una zona de estructuras industriales (depósitos de opus signinum u hormigón romano, con cronología entre los siglos II-III d.C.), y otra zona con restos monumentales, como un basamento de sillares localizado al pie del camino público que atraviesa el yacimiento. Precisamente, en este último aspecto destacan unos sillares que por sus dimensiones podrían ser el cimiento de una edificación con posibles funciones de almacenaje.

Los hallazgos realizados sitúan este yacimiento entre el conjunto de villae o asentamientos rurales de época romana localizados en torno a la ciudad romana de Gandul, situada a unos 2 kilómetros de distancia. Hay que poner este yacimiento en relación con la explotación agrícola del territorio, así como con la cercanía de cursos de agua como el arroyo Salado o el propio río Guadaíra, que favorecieron el aprovechamiento intensivo de la campiña sevillana durante toda la época romana.

De hecho, aunque los hallazgos nos sitúan en época altoimperial romana (siglos I al III d.C.), los restos cerámicos localizados durante los trabajos amplían el uso del sitio al menos hasta los siglos V-VI d.C., con presencia de cerámicas de importación africana y otras producciones características de los últimos siglos del Imperio Romano.

En la segunda fase de las obras se han cubierto las excavaciones estudiadas por motivos de protección, y se reparó el camino de Gandul que discurre sobre el yacimiento.