A juicio de esta formación, esta práctica constituye un peligro para las instalaciones de dicha piscina, “por cuanto los sistemas de contraincedio tienen que estar siempre llenos, salvo supuestos de limpieza o reparación, por lo que no deben ser vaciados para otros usos, dado el tiempo que tardan en llenarse, y dejar con ello desprotegidas las instalaciones contra eventuales incendios, poniendo en riesgo a los trabajadores y usuarios de la piscina”.

Por otra parte, explican desde UPyD, el agua que vuelve a llenar los sistemas de contraincedio no disponen del equipo de presión exclusivo, por lo que se llenan con el agua de la piscina climatizada que desagua al vaso de compensación, “careciendo por tanto de control sanitario que lo haga apto para el posterior regadío de un campo de fútbol, pues los depósitos carecen de prevención y desinfección en legionela previstas en el Real Decreto 865/2003”. Por ello, argumentan desde esta formación política que los niños que usan el campo de fútbol quedan expuestos a la bacteria de la legionela al no estar el agua convenientemente tratada, explican.

Unión Progreso y Democracia ha recibido protestas de algunas familias cuyos hijos juegan en el campo referido, “los cuales se quejan de que les queman los pies durante los partidos, dado que el campo no es regado con la frecuencia que las temperaturas estivales requieren”, en palabras de Carmen Lamana, delegada local de UPyD en Alcalá de Guadaira.

UPyD ha registrado en el Ayuntamiento de Alcalá pregunta al Alcalde sobre su conocimiento de estos hechos y en caso afirmativo, si tiene previsto el Gobierno Local acometer las reformas necesarias para evitar los riesgos citados, aprovechando la temporada en que las instalaciones de la piscina municipal están cerradas.