De nuevo el propietario relata la misma forma de proceder de los autores del asalto. Cuando estaba próximo a cerrar el establecimiento y estaba solo en su interior, sobre las 12 de la noche, un hombre encapuchado  entró en el bar, le encañonó con una pistola y le obligó a entrar en un cuarto interior del bar donde tenía el dinero.

El propietario, siempre en el punto de mira de la pistola se lo dio y el atracador se marchó a pie a toda prisa. El dueño del bar no lo vio pero mientras estaba dentro del cuarto debió entrar otro atracador que se llevó varios jamones y alguna garrafa de aceite. El atracador que pudo ver huyó a pie, otra de las constantes en el resto de casos recientes, si bien es de prever que tuvieran un vehículo dispuesto en las inmediaciones. De esta forma evitan que los testigos puedan ver la matrícula del coche.

Entre el 26 de junio y el 2 de agosto se han producido además de este atraco otros cuatro similares en el Burguer King, un salón recreativo de la calle Silos y las joyerías Prada y Parra.