Las personas que han recibido los preavisos son empleados de la empresa CGI, concesionaria de la gestión de los tributos que cesará en esta función el próximo 31 de diciembre. Además de ellos, en ARCA trabajan otros seis empleados que son personal municipal y a los que no afectará la medida.

La intención el Ayuntamiento de traspasar la gestión de los tributos al OPAEF, se mantiene firme, a pesar de que la oposición municipal y el sindicado CC.OO. han manifestado que esta medida supondrá un coste más elevado que el actual y aún más que el de gestionar directamente los impuestos.

La clave para la decisión está, según CC.OO. en la liquidez que aporta el sistema del OPAEF. Una liquidez que es precisamente uno de los grandes problemas económicos actuales del Ayuntamiento. Según explica el sindicato, el organismo de la Diputación adelanta el  85 por ciento de la recaudación municipal del año anterior, con lo que el Gobierno local no tiene que esperar al cobro efectivo para disponer de los ingresos que generan los impuestos municipales.

En cualquier caso, la decisión tiene que pasar por el Pleno, donde la oposición podría rechazarla. En ese caso, a partir de enero, el Ayuntamiento sólo dispondría de seis trabajadores para hacer frente al trabajo de gestión tributaria que ahora desempeñan 26 empleados. El delegado de Hacienda Salvador Escudero ha manifestado que en ese caso, derivarían a ARCA a  trabajadores municipales que ahora hacen otra función.