El cierre de las aulas supone un perjuicio para los cien niños de 6 y 7 años que reciben clase en ellas, pero también para el conjunto de la comunidad educativa, ya que el colegio pierde sus espacios comunes. Pasan a convertirse en clases el salón de actos, el aula de informática, la sala de profesores y el aula matinal.

Todo ello sin que nadie haya fijado aún una fecha para la demolición de las aulas Sevilla y para la construcción del nuevo aulario que lo sustituya. El Ayuntamiento espera poder avanzar esta semana el calendario de construcción del nuevo aulario. En consecuencia como explican desde el Ampa "los proyectos del Coro, el proyecto de Arte y Acción de cuarto, teatro de primero y segundo y las asignaturas de informática y música quedan gravemente mermadas a la espera de espacio donde poder seguir su actividad, también quedan sin espacio las clases de apoyo". 

Junto a empleados municipales, padres y profesores han trabajado durante el fin de semana para adaptar el colegio a la nueva situación y que las clases puedan desarrollarse este lunes con normalidad. Han realizado la mudanza a los nuevos espacios y realizado la reorganización de todo el colegio. Ahora esperan que desde las administraciones les indiquen fecha para una solución definitiva y la adjudicación de una partida presupuestaria concreta para ello.